El microrrelato del Taller de Clara Obligado "Las tres Gracias"
Cuerpos redondeados que no se avergüenzan de ello disfrutan de la libertad que se respira a la orilla del mar.
Acampan sobre la arena de pequeñas piedras supervivientes del tiempo y de las olas. Así es como les gusta estar: dejar los bártulos, quitarse la ropa, meterse en el agua. Liberados de la tela, sus cuerpos se confunden con el paisaje y una nueva geografía accidenta la costa. Un pecho, un golfo, un acantilado. Como sus carnes, la arena se amontona por zonas. ]]>