El Papa tiene una bronquitis que responde bien al tratamiento antibiótico
El Papa Francisco tiene «una bronquitis de base infecciosa», ha confirmado el equipo médico que está atendiendo al Papa. Sus médicos explican que «ha precisado una terapia antibiótica por vía intravenosa que ha dado los efectos esperados, con una neta mejoría de su estado de salud». Si la enfermedad sigue su curso normal, «podría ser dado de alta en los próximos días». El portavoz del Vaticano confirma que el Papa está sereno y que pasó la tarde del jueves «descansando, rezando y con algunas cuestiones de trabajo». «Estoy conmovido por los numerosos mensajes que he recibido en estas horas; doy las gracias a todos por su cercanía y su oración», escribió el Papa en sus redes sociales este jueves por la mañana desde las habitaciones que tiene reservadas en el Policlínico Gemelli de Roma. Noticias Relacionadas estandar No El Papa Francisco responde a la terapia contra la infección pulmonar y ya trabaja desde el hospital Javier Martínez-Brocal estandar No Hans Zollner abandona con un portazo la comisión vaticana de «Protección de menores» Javier Martínez-Brocal Ya por la mañana el portavoz del Papa había adelantado que «el cuadro clínico mejora progresivamente, y el Santo Padre está siguiendo la terapia programada». El breve texto firmado por Matteo Bruni, y no por los doctores, daba también algunas pistas sobre las condiciones reales de Francisco. «Ha desayunado, leído algunos periódicos y retomado el trabajo», recitaba. Añadía que «antes del almuerzo se ha acercado a la capilla del apartamento privado en el que lo están atendiendo, donde se ha recogido en oración y ha recibido la comunión». Entre líneas se confirmaba que el Papa está activo, pero que en el hospital había abordado sólo algunas cuestiones urgentes, pues no tiene fuerzas suficientes para celebrar la misa. Los cardiólogos le vigilan En cualquier caso, en la décima planta del Gemelli, donde se encuentra el apartamento papal, un equipo de cardiólogos, neumólogos y médicos internistas está continuamente supervisando la evolución de la infección respiratoria. Con las primeras pruebas ya descartaron que se trate de una pulmonía, y el cuadro se corresponde con una bronquitis, aunque el Vaticano no ha puesto nombre a la infección y se ha limitado a confirmar que no es Covid-19. Los médicos están tranquilos y ven con satisfacción que el obispo de Roma responde bien al tratamiento. Calculan que la convalecencia durará al menos dos o tres días, pues la infección tiene sus propios plazos y no hay terapias milagrosas. Probablemente hayan planteado al pontífice si este domingo desea celebrar la misa del Domingo de Ramos en la plaza de San Pedro, como tiene en agenda. Es muy poco probable que lo haga aunque sea dado de alta, pues se trata de una ceremonia larga, de más de dos horas, y los médicos quieren evitar peligrosas recaídas. El Papa llegó el miércoles a última hora de la mañana, no en ambulancia sino en una «furgoneta médica equipada». Desde hacía varios días, acusaba «dificultades respiratorias», explican desde el Vaticano. La situación se hizo insostenible el miércoles, y su enfermero personal le insistió en que lo más prudente era ir al hospital. Nada más llegar al hospital, al Papa le habrían realizado una «gasometría arterial» para determinar el nivel de oxígeno y dióxido de carbono en la sangre, y así descartar problemas serios en el aparato respiratorio. También le hicieron un TAC para controlar los pulmones. MÁS INFORMACIÓN noticia Si El Papa evita retirar las bulas del siglo XV sobre la Conquista de América, pero subraya que «no son doctrina católicas» El resultado tranquilizó a los médicos, aunque sí que constataron la presencia de «una infección respiratoria que requerirá algunos días de tratamiento médico hospitalario adecuado». Este jueves confirmaron que se trata de una bronquitis.