Un hombre de 66 años y con movilidad reducida tras una noche desaparecido: «He perdido 50 espárragos»
«Lo único que he echado de menos esta noche es no haber podido fumar un cigarrito y los 50 espárragos que he perdido». Con este humor se encontraron esta mañana a Jesús, un vecino de Huecas de 66 años que pasó una fría noche a la intemperie, con viento y una sensación térmica de unos tres grados. A pesar de su dificultad para caminar -lo hace pasito a pasito ayudado de una muleta-, se marchó el domingo a buscar espárragos al campo. Entró en un olivar y cayó al suelo bocarriba. Debido a su movilidad reducida y estado físico, no pudo darse la vuelta y tuvo que permanecer en esa posición toda la noche, hasta que fue localizado pasado el mediodía, sobre las doce y veinte. Su desaparición en este pueblo toledano de 800 habitantes no fue denunciada por su hermano hasta esta mañana. «No lo hizo para no molestar a sus hijos, que fueron los que nos llamaron», relata Aránzazu Saldaña Martín, jefa de la agrupación local de Protección Civil, que fue activada quince minutos antes de las nueve. Se organizó un dispositivo de búsqueda con la Guardia Civil y unos quince voluntarios de varias agrupaciones de Protección Civil: Bargas, Almorox, Quismondo, Portillo, Novés, El Casar de Escalona, la unidad canina de Bargas y Huecas. Se unieron guardias civiles de la Unidad de Seguridad Ciudadana (Usecic) de Toledo con drones, familiares de Jesús, vecinos y el alcalde, José Julio Sánchez. «Su afición es salir por el campo» Se supervisaron todas las cámaras municipales instaladas en las salidas del pueblo en torno a la hora a la que el hermano y otros vecinos dijeron que pudo haber desaparecido . Sin embargo, a Jesús no se le veía en ninguna imagen. Inesperadamente, el hombre fue localizado por unos vecinos cuando un perro de la Guardia Civil y su guía iban camino de Huecas. «Jesús estaba justamente a 1.640 metros de su casa en línea recta», precisa Aránzazu. «Aunque iba con una muleta, sabíamos que iba a andar porque su afición es salir por el campo», añade la responsable de la agrupación local. Jesús se encontraba en el paraje conocido como Zona Conde, en el polígono 4, parcela 54. Al enfermero que atendió a Jesús le confesó que lo peor fue no poder fumarse un cigarrito, después de consumir los dos que llevaba, y haber perdido los 50 espárragos que había cortado. El hombre, que estaba en buen estado, fue trasladado al centro de salud de Villamiel y luego, por precaución, al Hospital Universitario de Toledo.