Tres manualidades para aliviar el estrés y aumentar tu bienestar

Vivimos en un mundo acelerado en el que hemos normalizado la multitarea . Esto acarrea un cúmulo de estrés que se va haciendo más intenso a medida que seguimos añadiendo tareas a nuestra rutina diaria. En este sentido, Ana Aizpún, psicóloga y psicoterapeuta, advierte que no ser capaces de focalizar la atención en un solo aspecto tiene un impacto terrible en nuestro bienestar y capacidad creativa. «El problema es que hoy en día es muy difícil practicar la actitud plena por las nuevas tecnologías. Creemos que la multitarea es lo normal, pero no hay ningún estudio científico que demuestre que el ser humano esté hecho para ello». Noticia Relacionada bienestar estandar No El entrenamiento del cerebro para manejar la ansiedad Raquel Alcolea Es importante identificar entre nuestras rutinas diarias las principales fuentes de estrés . Así podremos ver cuáles son imprescindibles y tenemos poco margen de actuación, como la tensión provocada por trabajo o enfermedades, y aquellas en las que sí tenemos cierto margen para obrar: comer mal, no hablar de lo que nos pasa, hacer un uso abusivo y perjudicial de las redes sociales... En cualquier caso, la práctica de distintas manualidades ayuda a conectar con el presente , con diferentes sensaciones físicas y con la respiración. Lo que puede ser una fórmula para liberarnos del estrés diario. Papiroflexia La papiroflexia, también conocida como origami , consiste en hacer figuras de papel sin cortar ni pegar, solo doblando una hoja. Generalmente se usa un folio en formato cuadrado, aunque hay otros tipos. Manuel Carrasco ( @minimumorigami ), arquitecto y responsable de la tienda especializada en origami 'Minimum', explica que hay excepciones, como figuras tradicionales japonesas que llevan algún corte u otras formadas por dos partes que se pegan. En el origami tradicional se hacen figuras como animales, cajas, estrellas... mientras que la papiroflexia modular está formada por piezas que se ensamblan, como poliedros. «No hay que confundir este último con el kusudama , ya que en este caso se trabaja pegando las distintas partes», apunta Carrasco. Figura de la grulla, una de las más características del origami Unsplash Luego hay otros tipos, como las corrugaciones , donde con una sola hoja de papel se hacen formas muy complejas con las que se pueden crear incluso lámparas. Este arte reproducible es un ejercicio de concentración para adultos, pues sirve como terapia para calmar el estrés y la ansiedad. «Se puede considerar una especie de 'mindfulness', porque te concentras en la figura que estás haciendo y te olvidas de todo», opina el experto. En el caso de los niños, si empiezan con siete u ocho años, que es la edad aconsejada, desarrollan la psicomotricidad fina y la visión espacial . Más pequeños es complicado, ya que la papiroflexia contiene un lenguaje de signos y símbolos. Y aunque tiene una base matemática (sus figuras son pura geometría) y puede ser una forma también de aprender sobre ello, no significa que la persona que lo practica tenga que tener conocimientos matemáticos. Quien quiera inventar figuras nuevas, probablemente sí, pero quien quiera simplemente reproducirlas, no. Scrapbooking El scrapbooking es una manualidad que proviene de Estados Unidos, país donde causa auténtico furor. Su traducción literal sería algo como 'haciendo álbumes de recortes' para los que se utilizan restos de materiales que tenemos por casa : desde envoltorios bonitos de jabones a etiquetas de ropa o lazos que llegan en las bolsas. Alúa Cid , ilustradora y creadora de materiales y herramientas para scrapbooking, señala que aquello que verdaderamente da alma a cada proyecto son los esos elementos que guardas como recuerdo : una entrada de cine, una felicitación, una tarjeta de visita, una nota de agradecimiento… «Todos esos 'recortes', que en realidad son pedacitos de recuerdos, se pegan en un álbum (scrapbook) que solemos crear desde cero. Estos se pueden utilizar simplemente como álbumes de fotos o ir completándolos con elementos como los que comentamos para hacerlos mucho más personales y especiales», explica Cid. Scrapbooking Unsplash Se pueden hacer muchas cosas: álbumes de viajes, de boda, embarazo, comunión... o para regalar a un profesor o en una jubilación. Puedes crear tus propias libretas, carpetas, tarjetas, marcapáginas, etiquetas, agendas, planners, bullet journal, diarios creativos… Según lo que se desee crear, se podrán emplear diversas técnicas. «Por ejemplo, para encuadernar tienes anillas, wire-o, discos, la técnica del cosido, poner un lomo o encuadernar en espina. Una de mis técnicas preferidas es la encuadernación con solapas desplegables, en la que solo usamos cartón y papel. Nada de elementos externos», comparte la experta. A la hora de decorar las páginas existe lo que se llama mix media o técnica mixta , que se ayuda de pastas, tintas, polvo acuarelable, plantillas y pinceles para liberar tu creatividad. «Y sin liarte mucho, también puedes colorear con tus materiales favoritos o estampar sellos». Aunque el scrapbooking tiene su utilidad, principalmente se entiende como ocio, un tiempo de desconexión que nos regalamos a nosotros mismos. «En este mundo acelerado es más necesario que nunca parar, desconectar y enchufarte a tus propios pensamientos», manifiesta Cid. «Por otro lado, por experiencia, puedo decir que muchísima gente lo utiliza como terapia, como método para mantener la mente ocupada , relajarse y olvidar aunque sea temporalmente los problemas o situaciones difíciles», expresa la experta. Cerámica Trabajar la cerámica es una manualidad que se ha puesto de moda como fórmula para acabar con el estrés que sufrimos a diario. Y es que el estar tan concentrados en lo que hacemos con nuestras manos nos aleja de aquellos pensamientos que nos perturban. Trabajar la cerámica Unsplash Elena Meseguer, ceramista y creadora de Bonjour , explica que dentro del mundo de la cerámica hay diferentes corrientes, como puede ser el moldeo por colada, muy usada para fabricar en serie, o la técnica de planchas, donde estiras el barro como si se tratase de una base de pizza. Pero señala que las más recomendadas para combatir el estrés son aquellas en las que sobre todo se trabaja con las manos y no con máquinas. En este caso se comienza amasando los bloques de barro y quitándoles las burbujas de aire para luego moldear la pieza. Se pueden usar esponjas para suavizarla y perfilarla. Entonces se deja secar en estanterías durante varios días para que se ponga dura. Una vez seca, se lija y se mete en el horno, lo que se conoce como ' bizcochado '. Cuando se ha enfriado, se esmalta y se decora, y se vuelve a hornear.