Los guionistas de Hollywood van a la huelga y el mundo se tambalea. El espectador contemporáneo ya no tiene quien le entretenga, al menos en los próximos meses si atendemos a que el anterior parón del gremio, hace ya quince años, fue para largo y dejó sin estrenos a la humanidad entera. El ciudadano de este mundo globalizado sufre más si le cortan la trama de alguna de sus series favoritas que si se queda sin leche o sin pan. Siento pánico escénico y no lo digo de broma. Cuando me tumbe en el sofá después de la cena, ¿qué me voy a echar yo al buche de mi adicción, de mi seriefilia? ¿Tendré que revisitar clásicos como 'Las chicas...
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