Es mallorquín y se llama Jaume Triay, miembro del departamento de Performance (Eficiencia) del equipo suizo 'Alinghi' -es el más joven de todo el equipo- y se define modestamente como "un becario".
Licenciado el año pasado en arquitectura e ingeniería naval su historia es tan corta como intensa. En su familia hay mucha tradición náutica. Es sobrino de Ignasi Triay, capitán del 'Bribón' del Rey Juan Carlos durante muchos años y él quería ser diseñador de barcos ya desde pequeño.
Ha practicado vela de todo tipo,aunque le apasiona el windsurf y era lógico que la náutica forme parte de su vida. Tras finalizar en junio de 2019 en Palma los estudios de Bachillerato con matrícula de Honor, un mes después recibía una beca del Banco de Santander para estudiar en la Universidad inglesa de Southampton, donde se forjan los mejores ingenieros y diseñadores navales del mundo.
"Allí estaría tres años y como me pasa siempre era el más joven en las aulas, pero puse todo mi empeño en lograr el título", recuerda.
Aunque no era la que a él hubiese querido hacer su tesis final recibió el premio BMT al Mejor Diseño Conceptual de la Universidad. "Cuando acabé mi tesis, que me formó en todas las cosas que utilizo en mi trabajo en el 'Alinghi', pero no son cosas que aprendes en la carrera de ingeniería naval ni en otra específica. También aprendí a programar y a diseñar barcos de verdad, pero quería más", indica.
"La Universidad de Southampton te da la oportunidad de hacer prácticas en el lugar que quieras del mundo. El lugar que más me atraía era España y envié mi `currículum' y mi tesis, que aún no había publicado,que era además mi carta de presentación, a la empresa 'Botín Patners' de Marcelino Botín".
"Al cabo de una hora me contestó Adolfo Carrau, el socio de Marcelino para concretar una entrevista. La hice por 'skype' y Carrau me dijo que iba a hablar posteriormente con Marcelino y que ya me diría algo".
"Cuando me dijo esto", sigue Triay, "me imagine que el mio era uno más de los muchos que habían enviado sus 'currículums', pero al día siguiente me llamó para hacer la entrevista en persona. A partir de ahí todo fue muy rápido. Yo estaba aún en Southampton y me pidieron cuando podía ir a Santander, respondí que cuando acabase el curso. Acabó un viernes y el lunes ya estaba allí; y así empezó mi historia en la ingeniería y arquitectura naval".
Eso fue a finales a junio de 2022 y el 15 de julio ya se fue a vivir a Santander y después de un mes ya vino a Barcelona para incorporarse al 'Alinghi' como parte del equipo de diseño que capitanea Marcelino Botín."Que te digan eso, cuando solo tienes 21 años, es algo que te supera totalmente; algo increíble",incide el mallorquín..
Considera que no hace un trabajo específico en el equipo suizo porque, "hago muchos y yo me definiría como 'el chico para todo' en investigación. Una parte de mi tiempo lo empleo para desarrollar herramientas y otro en utilizar estas mismas herramientas que he creado. En resumen, hacgo cualquier cosa que involucre hacer que el barco vaya lo más rápido posible".
Su posición en el equipo se llama oficialmente ingeniero de VPP (Programa de Predicción de Velocidad). Además, ha creado un herramienta innovadora de Inteligencia Artificial para poder realizar modelos físicos y sintetizar rápidamente bases de datos muy grandes y complejas, más allá de utilizar otras múltiples operaciones matemáticas.
La entrada de los ingenieros del equipo Red Bull de Formula Uno ha cambiado algo la visión de la Copa América, pero Triay considera que, "Eso hace especial a 'Alinghi' porque la filosofía de trabajo que hay y el compañerismo que hay dentro del equipo es espectacular Es muy trabajar todos juntos porque todos son muy receptivos, nos escuchamos unos a otros y tenemos claro que, a día de hoy, es imposible ganar la Copa, a partir del trabajo individual de cada uno".
"Y lo es porque el cerebro humano no está pensado para resolver problemas tan complejos como los que se nos plantean aquí. Y como todos lo sabemos y somos conscientes de ello todo el mundo es siempre muy abierto y cada uno presenta su opción para de todas lograr una buena. Además, fuera del horario laboral, existe un gran ambiente de unidad y compañerismo", concreta.
"Lo que está claro es que la Copa América la gana el barco más rápido. Es una 'batalla' tan tecnológica como deportiva. Las herramientas de que disponemos ahora nos permiten entender cosas para las que nuestra cabeza no está preparada para entenderlas".
Sobre la importancia que tiene la tecnología y la tripulación en un barco de la Copa América opina que, "es una simbiosis, es un balance de equilibrios. Puedes tener el mejor barco del mundo, pero si lo llevan personas que no saben navegar no 'volará' y viceversa".
"El equipo neozelandés tiene una gran combinación de las dos cosas y están en un punto en el que el barco es una extensión de la tripulación". Aún así creo que en esta Copa, que es mi primera, que los AC75 se parecerán muchísimo porque ya se utilización en la anterior edición, aunque entonces los equipos tuvieron dos barcos para probar cosas y ahora solo se construirá uno por equipo y habrá que acertar a la primera"
Sobre los 'cyclors' (tripulantes que generan potencia con las piernas) señala que, "a nivel físico no va haber grandes diferencias porque son atletas (remeros, ciclistas, triatletas, etc.), la mayoría olímpicos, bien preparados y los hay en todos los países. Por tanto, si a nivel físico son todos iguales, a nivel de tecnología nosotros debemos reducir el consumo máximo de energía y ser más eficientes para hacer su labor lo más fácil posible y el barco más rápido".
En 2017,con dieciséis años, se fue a hacer un voluntariado a Canadá con una beca y revela que, "en ese momento, mi duda estaba entre ser fotógrafo o ingeniero naval, pero pensé que si tenía ojos y preocupación artística siempre estaba a tiempo de ser fotógrafo; en cambio lo de los barcos solo pasa una vez y si lo dejas pasar puede que ya no tengas otra oportunidad".
Si se le habla de futuro, de diseñar por su cuenta, dice que, "estoy muy bien con Marcelino y Adolfo y no tengo intención de ir a otra parte. Tener la oportunidad de aprender de forma acelerada que ellos me han dado a nivel creativo es mucho mejor de lo que puedas asumir en la universidad".
Asegura que seguirá estudiando pero ahora en otros conceptos como dinámica de fluidos o inteligencia artificial. "También me gustaría estudiar filosofía, ser un ingeniero poético y no es un contrasentido porque las matemáticas y la filosofía se parecen mucho, aunque solo la estudiaría por el gusto de hacerlo".
También se considera afortunado porque, "la Copa es en Barcelona y gran parte de mis amigos de Mallorca estudian aquí y desde que he llegado aquí me he encontrado como en mi casa. Entre semana, cuando tengo tiempo libre salgo con mis amigos y los fines de semana tengo el coche y voy a la Costa Brava y sitios así. A Palma voy cuando mis padres me dicen que me añoran y en cuanto a tener novia, no tengo tiempo para eso".
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