Remco Evenepoel se queda solo en la primera criba de montaña
Llega el primer requisito de paso en la montaña del Giro y el líder, favorito y crack de la carrera, el belga campeón del mundo y vencedor de la Vuelta a España Remco Evenepoel se queda solo. Desprotegido por su equipo en la última subida, un puerto de segunda, extraño proceder a las primeras de cambios. En esta situación Evenepoel, el fenómeno, el paladín de la ambición tiene que ceder la maglia rosa, cuestión que seguramente no será de su agrado pese a que evita un trabajo extra para su equipo, el Soudal, en la primera semana. El liderato pasa ahora a la amplia espalda de un noruego, Andreas Leknessund, que es uno de los supervivientes de la fuga en un día áspero, lluvioso y difícil. La victoria en la cuarta etapa corresponde a un francés joven, Aurélien Paret-Peintre. Noticias Relacionadas estandar No ciclismo Matthews regresa del ostracismo en un final estresante en el Giro José Carlos Carabias estandar No Giro de Italia Evenepoel mete miedo en Italia desde el primer día P. L. No hay españoles para disputar la general del Giro de Italia y el asunto queda en las manos de esta generación de ciclistas que llegaron para arrasar con la competencia y que no dejan migajas. Remco Evenepoel y Primoz Roglic, distintas generaciones, son un ejemplo de ello. Remco no es un estratega al que le guste el paso suave del antiguo ciclismo, ese que mide los esfuerzos y propaga soluciones a largo plazo. Al revés, le gusta el aquí y ahora, el presente del día. Y no regala nada. Tampoco una maglia rosa que, como sucedió en la pasada Vuelta España con el maillot rojo, vistió la mayor parte de las jornadas desde que se hizo con la propiedad. Su equipo, el Soudal, antiguo Quick Step, es un la mejor formación del ciclismo en carreras de un día, clásicas, pruebas cortas. Un conjunto confeccionado históricamente para lanzadores y ganadores de carreras, pero para el largo aliento, las pruebas de fondo. En la Vuelta a España, Evenepoel se valió de un par de fieles y de su potencia en la contrarreloj para mantener a raya a Enric Mas y, en menor medida, a Juan Ayuso o Carlos Rodríguez. En el Giro, a las primeras de cambio, está solo. Sucedió en una etapa con tres puertos de segunda, el último a dos kilómetros de la meta. Un terreno propicio para las fugas que, desde el primer instante, tuvo al Soudal como vigilante. Los compañeros de Remco manejaron la distancia con los siete fugados al paso por los dos primeros puertos en una jornada lluviosa y dura. Sorprendente el desenlace, en la última subida (un puerto que parecía un primera), no había nadie. De manera imprevista aparecieron cuatro ciclistas del Ineos al mando del pelotón. Como si fueran un sustituto del Soudal, se supone que en favor de un antiguo ganador del Tour, el galés Geraint Thomas. A ese impulso se agarró Remco, cuyo derrote se esperaba en las rampas y no llegó. Tampoco Roglic. Tampoco Thomas. Sin disputa entre los mejores, un par de escapados llegaron con suficiente ventaja como para, después de discutir en público al darse relevos, alcanzar un acuerdo en meta. La etapa para el francés Paret-Peintre y el liderato para el compatriota de Hushov o Kristoff, el noruego Leknessund.