China y Canadá intercambian expulsiones de diplomáticos tras el supuesto acoso a un parlamentario crítico con el régimen
Una nueva crisis sacude la relación entre China y Canadá. El Gobierno de Justin Trudeau expulsó ayer lunes a un diplomático chino, acusado de acosar a un parlamentario crítico con el Partido Comunista Chino , a lo que el régimen ha reaccionado hoy haciendo lo propio con una diplomática canadiense. La afectada es Jennifer Lynn Lalonde , destinada en el consulado canadiense de Shanghái, a quien las autoridades chinas han concedido de plazo hasta el sábado para abandonar el país. «En respuesta a las acciones irrazonables de Canadá, China ha decidido aplicar una respuesta recíproca», ha sentenciado hoy el ministerio de Exteriores del gigante asiático. Zhao Wei , empleado en el consulado chino de Toronto desde 2018, corrió la misma suerte un día antes, después de que una investigación publicada la semana pasada por el diario 'Globe and Mail', a partir de documentos secretos recabados por el servicio de inteligencia en 2021, revelara su supuesta involucración en una campaña del aparato de seguridad estatal chino para obtener información personal sobre el parlamentario conservador Michael Chong y sus familiares, residentes en Hong Kong. Noticia Relacionada estandar Si EE.UU. derriba dos artefactos no identificados, uno sobre Canadá Javier Ansorena No hay explicaciones, por el momento, sobre la naturaleza, la procedencia o los objetivos de los objetos Hong se colocó en el punto de mira del régimen después de liderar una moción para calificar la política de represión en la provincia china de Xinjiang –donde más de un millón de uigures y otras minorías éticas han pasado por campos de reeducación, cuya existencia las autoridades chinas primero negaron y después caracterizaron como una iniciativa antiterrorista– de «genocidio». Por este motivo, China ya impuso sanciones contra él en marzo de 2021. «Canadá ha decidido declarar persona non grata al señor Zhao Wei», afirmó ayer la ministra de Exteriores Mélanie Joly al anunciar la decisión. «He sido clara: no toleraremos ninguna forma de interferencia en nuestros asuntos internos. (...) Nos mantenemos firmes en nuestra determinación de que defender nuestra democracia reviste la máxima importancia». La embajada de China en Ottawa emitió en un comunicado oficial en el que calificaba las acusaciones de «totalmente sin fundamento», una «manipulación política impulsada por un sesgo ideológico» pues «China nunca interfiere en los asuntos internos de otros países». También advertía de «reacciones resolutas y firmes», anticipo de la réplica de hoy. Chong, por su parte, criticó al Gobierno del Partido Liberal , asegurando que «no debería haber tardado dos años en tomar esta decisión». «Espero que esto deje claro no solo a la República Popular de China, pero también a otros Estados autoritarios que tienen representación en Canadá, que cruzar la línea entre la diplomacia y la interferencia extranjera con actividades amenazantes es absolutamente inaceptable en suelo canadiense», añadió. Sobresaltos recurrentes Vuelven así las turbulencias a una relación bilateral llevada al límite en 2018. Entonces, la hija del fundador de Huawei y directora financiera , Meng Wanzhou , fue detenida en Vancouver de acuerdo a una orden extradición impuesta por Estados Unidos por una supuesta vulneración de las sanciones a Irán cometida la tecnológica china. El régimen respondió con la detención de dos ciudadanos canadienses residentes en el país, Michael Kovrig y Michael Spavor, acusados de filtrar secretos de Estado . Ambos pasaron más de mil días retenidos en paradero desconocido y sin contacto con sus abogados o familiares, hasta que un acuerdo entre los países propició su puesta en libertad en septiembre de 2021. Meng, en libertad con cargos en sus múltiples mansiones de Vancouver, también regresó a China. La tensión amenaza con seguir aumentado , pues otros informes de inteligencia filtrados a medios canadienses vienen apuntando que China habría tratado de manipular las elecciones del país al menos en dos ocasiones. Trudeau encargó en marzo una investigación especial de estas acusaciones. Hay más frentes: en abril, el primer ministro ya sugirió que el litio producido en China emplea «mano de obra esclava». Trudeau acumula así deméritos a ojos de Xi Jinping , quien en un aparte del G20 celebrado el año pasado en Bali le abroncó por filtrar a la prensa el contenido de sus conversaciones durante un encuentro a puerta cerrada, imágenes que se hicieron virales, y que ilustran una hostilidad de nuevo explícita.