El canciller Scholz advierte de que «no todo vale» en política fiscal y que hay que «limitar la deuda»
El canciller alemán Olaf Scholz ha pronunciado este año el discurso conmemorativo del día de Europa en la sede del Parlamento en Estrasburgo en el que ha abogado por una renovación de la Unión a través de un proceso de reformas que pueda sobrepasar las reformas que llevan tiempo atascadas. Y entre otras cosas ha afirmado que las nuevas reglas fiscales no pueden ser el pretexto para abandonar la moderación en el gasto y la reducción de la deuda. Noticia Relacionada estandar Si Economía endosa un ajuste fiscal de 12.500 millones de euros al futuro Gobierno Bruno Pérez El Ejecutivo adelanta a 2024 la rebaja del déficit hasta el 3% del PIB para evitar incumplir el nuevo marco de control fiscal de la Unión Europea «No queremos precipitar una crisis de austeridad en ningún país» —ha dicho el canciller socialdemócrata— «pero eso no quiere decir que todo vale en términos fiscales, necesitamos estabilidad» , señalaba en referencia al rigor presupuestario que se demandará a las economías del euro en los próximos ejercicios con el objetivo de modular los incrementos de deuda experimentados principalmente a raíz de la pandemia y que han obligado a realizar esfuerzos financieros para mantener la renta de hogares y trabajadores, y contener las pérdidas empresariales en los peores momentos de la crisis sanitaria. La discusión sobre la propuesta presentada por la Comisión para sustituir al actual Pacto de Estabilidad va a comenzar bajo presidencia española y debería ser aprobada antes de fin de año. Sholtz ha dicho que lo más importante es «limitar la deuda. Necesitamos asegurarnos de que no solo vemos aumentos desproporcionados e ilimitados de la deuda, porque eso simplemente exacerba la crisis en lugar de ayudar a resolverla y, por lo tanto, necesitamos un equilibrio». Propuesta comunitaria En este sentido, la propuesta de la Comisión prevé que los países que superen los límites tradicionales del 3% de déficit o 60% del PIB de deuda pública, o ambos, deberán presentar un plan para reconducir la situación en cuatro años en el que se han de contemplar recortes de gasto de al menos un 0,5% del PIB en los presupuestos.