Recibí el martes una llamada de mi asesora fiscal y, sin embargo, amiga que no pude coger. Dadas las fechas, supuse que me iba a dar la noticia de la mandanga que tendría que soltar por la Renta en dos incómodos plazos (ya podían poner alguno más). Y ya sé, ya sé que hablar de impuestos es de mal gusto , como diría Esther Tusquets. Pero a veces me gustaría poder hacer como los indios con Moctezuma y pagar tributos tipo serpientes (venenosas o no), ciempiés, arañas o escorpiones. Mira, como el regalo del bobo de Tom a su mujer, Shiv, en 'Succession'. Cuando por fin hablé con ella (con mi asesora, no con Shiv), resultó que todavía no era...
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