Empezó ayer el festival de Cannes y aunque la actriz Adèle Haenel no ha hecho ninguna película desde 'Retrato de una mujer en llamas' (2019), resuena su afirmación de que Cannes se ha convertido en un espacio para celebrar a violadores. Se retiró del cine por ser una industria «absolutamente reaccionaria, racista y patriarcal». Hace teatro. No sabía yo que el teatro hubiera acabado con todo eso. Para Haenel, en el lote de violadores entran Polanski, Depardieu y hasta Johnny Depp. El director del certamen: «Si a Johnny Depp se le hubiera prohibido actuar en una película, o si la película hubiera sido prohibida, sería otro asunto». ¿Películas prohibidas? A ver, que en los César, premios del cine francés, se...
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