Bank of America rebaja la euforia sobre la economía española y avisa del riesgo de perder la confianza del inversor internacional
El goteo de revisiones al alza de las expectativas de crecimiento de la economía española para 2023 en las últimas semanas, al que el pasado lunes se sumó también la Comisión Europea, ha servido para que el Gobierno se reafirme en su relato sobre la robustez de la economía española y sobre que el país «va por el buen camino», aún cuando prácticamente ningún analista se ha alineado con el dato de crecimiento del 2,1% que sostiene el Gobierno e ignorando que esa cifra se fijó antes de las últimas revisiones del INE que han obligado a los analistas a ajustar al alza sus previsiones iniciales. El último informe sobre la economía española de Bank of America (BoA), uno de los mayores canalizadores de inversión extranjera hacia España, ha venido a rebajar esa sensación de euforia y a advertir de los riesgos sobre la confianza de los inversores extranjeros que se pueden acarrear de no acometer la resolución de las debilidades estructurales que aún arrastra la economía española. Noticia Relacionada estandar Si El Estado vuelve a pisar el acelerador del gasto y empuja la deuda pública a un máximo histórico de 1,52 billones de euros Bruno Pérez El endeudamiento del Estado se dispara en 30.000 millones de euros extra en febrero BoA apunta de forma directa al desequilibrio de las cuentas públicas , que a juicio de la entidad es la principal vulnerabilidad de la economía española y que desde su punto de vista expone al país a los cambios repentinos de humor que puede generar en los inversores internacionales la actual política de subidas de tipos de interés. Ya son varios los analistas que manifiestan que España se está moviendo en el alambre en este sentido, ya que por sus niveles de déficit y endeudamiento se sitúa entre los países con una mayor vulnerabilidad a una eventual subida de las primas de riesgo y del coste de la deuda. La factura del déficit, para el próximo Gobierno El analista jefe para Europa de Boa, Rubén Segura-Cayuela , considera que las medidas adoptadas por el Gobierno en los últimos meses, y, singularmente, la reforma de las pensiones y la subida salarial a los empleados públicos, lejos de contribuir a rebajar el déficit han elevado su componente estructural, que sitúa entre el 3,5% y el 4%, y ha incrementado la presión sobre la deuda pública. "Se han producido muy pocos avances en este campo pese a los fuertes ingresos y el robusto crecimiento de los dos últimos años", asegura el informe. "Es una cuestión sin resolver que muy probablemente el próximo Gobierno tendrá que abordar", concluye. BoA advierte de que España va a necesitar de un plan de ajuste creíble a medio y largo plazo para no perder el favor de los inversores y avisa de que este no resultará creíble si no abordar el principal factor de presión sobre las cuentas públicas, que es el coste del sistema de pensiones. El informe de la entidad subraya que bajo su actual configuración el sistema de pensiones condena a la deuda pública a una situación de inestabilidad permanente. El banco de inversión entiende, como la Comisión Europea, que España no será capaz de entrar en el nuevo marco fiscal europeo con un déficit inferior al 3% y que cerrará el año 2024 con un déficit del 3,4% .