Enhorabuena. Lo hemos logrado. Tras lustros de meticuloso y perverso entrenamiento, por fin hemos embarrancado en la playa de la estulticia rotunda. No ha sido fácil, pero a base de perseverar hemos conquistado una cumbre de insensatez total y será difícil superar este éxito. Veamos… Un inquieto jubilado italiano repara un bache en su pueblo, es decir que, desde un arrebato personal, consigue un beneficio para los vecinos. Pero, lejos de felicitarle, se le castiga con un multazo de 800 pavos y se le obliga a rehacer el agujero. Somos los mejores. Esta Europa nuestra, eterno blablablá de funcionarios bienpagados por lo legal y acaso lubricados por el chocolate de los lobbies, yace ahogada por la reglas, las normas, las...
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