'La discreta enamorada': «Hope» Lope
Después de ver 'La discreta enamorada' muchos jóvenes van a ir al teatro a disfrutar de nuestros clásicos, a menudo preteridos por un papanatismo nacional que identifica el teatro clásico con Shakespeare. Crítica de teatro 'La discreta enamorada' Autoría: Lope de Vega. Dirección: Lluís Homar. Voz y palabra: Vicente Fuentes. Escenografía: José Novoa. Vestuario: Deborah Macías. Música: Marc Servera. Intérpretes: Lluís Homar, Montse Diez y la Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico. Lugar: Teatre Romea. Con una acertada dirección de Lluís Homar, la Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico nos regala este Lope cosecha de 1606 para demostrar que lo del Siglo de Oro no es una denominación caprichosa de los manuales de Literatura: la obra del Fénix de los Ingenios no solo mantiene toda su vigencia en este siglo XXI sino que es capaz de seducir a las nuevas generaciones. Lope dio respuesta a la indagación que formularía Larra tres siglos después: sabía qué era el público y dónde se le encontraba. La fórmula de Homar: eclecticismo indumentario y escenográfico porque Lope no tiene edad. Teatro sin bastidores. Un reparto en el que los catorce integrantes de la compañía se mezclan con los técnicos. Música disco, jazzístico saxo y melancólicas romanzas: amores y enredos que podrían inspirar una comedia contemporánea: los asuntos del corazón y los embelecos que las instrumentalizan tampoco tienen edad. Noticia Relacionada estandar No 'Que de noche lo mataron', Lope 'revisited' Diego Doncel Dos relatos se entrecruzan en ese camino que va de Medina a Olmedo para levantar un mundo de pasiones, de celos, de envidias, de venganzas y de muerte Teatro en verso que no pesa y dicción clara; con esas palabras que nunca aparecerán en el anémico repertorio léxico de las redes sociales. Palabras tan añoradas como bien dichas por unos actores apasionados con sus encarnaciones. El magisterio de Homar y Montse Diez, en los personajes del Capitán Bernardo el padre y la madre de Lucindo y Fenisa (convincentes Marc Servera y Nora Hernández), se complementa con la simpatía del criado Hernando (Pascual Laborda) o la versatilidad, interpretativa y canora, de Cristina García como Gerarda, una «mujer de amores». Tomen nota de estos nombres, aunque se podrían destacar algunos más. Con este vivero no caben temores por el futuro inmediato del teatro español. Sobre el espacio escénico unas luces de neón dibujan la palabra HOPE, con la O en forma de corazón. Una palabra anglosajona para calificar las intenciones de esta Joven Compañía que va por la sexta promoción. «Hope», esperanza en inglés. «Hope» Lope. Don Félix Lope de Vega Carpio (1562-1635) vuelve para hablarnos de cómo somos y de las cosas del querer. Quien lo probó lo sabe.