La triste historia de Tina Turner: abandono infantil, maltrato y una tardía consagración como reina del rock
La vida de Tina Turner estuvo marcada por una infancia infeliz. Anna Mae Bullock, el único nombre que conoció hasta que Ike Turner lo cambió a Tina Tuner, nació en un sótano sin ventanas relegado como la maternidad de mujeres «de color» en el hospital del condado. Su hogar era un hervidero de odio y su madre finalmente huyó para siempre cuando Anna Mae tenía 11 años. «Quería que volviera por mí y esperé, pero nunca lo hizo. Y está bien, ¿sabes por qué? Soy una chica de un campo de algodón que superó la destrucción y los errores. Y estoy aquí para ti», reconocía años después. Noticias Relacionadas Michu habla, como nunca antes, del papel de José Fernando como padre: «Es un poco jodido» Aarón Espí Exclusiva: Las imágenes que demuestra que Alfred de 'OT' y María Hervás sí mantienen una relación Laura G. Calleja Tras el abandono decidió marcharse con su prima Margaret que la acogió en su casa. Poco después murió en un accidente automovilístico dejando a Anna Mae desolada. Encontró consuelo en la música gospel, blues y jazz. Tuvo un breve romance en Knoxville con el saxofonista, Raymond Hill y nació su primer hijo Craig. Posteriormente se uniría a la banda del músico Ike Turner con el que luego mantuvo una relación sentimental. Llegaron los abusos sexuales por parte del que fuera su marido, su manager y también su descubridor. Él la convirtió de Anna Mae Bullock en Tina Turner. "Los labios rotos, los ojos morados, las articulaciones dislocadas, los huesos rotos y el tormento psicológico se convirtieron en parte de la vida cotidiana", narraba la cantante. En 1968, desesperada por vivir en aquel infierno, intentó suicidarse tomándose cincuenta pastillas para dormir. Fue el equipo de música detrás del escenario los que se dieron cuenta de que algo no iba bien y la llevaron al hospital en un intento desesperado por salvar su vida. A los 37 años sacó las fuerzas suficientes para alejarse de él pero Ike no se dio por vencido y llegó incluso a enviar matones para acosarla. La vida no le daba ni un respiro. El suicidio de su hijo mayor, Craig Turner, fue otro golpe al que tuvo que intentar reponerse. El joven fue hallado en su casa situada en Studio City con una herida de bala. "Todavía no sé qué fue lo que lo llevó al límite", reconocía la artista meses después de la tragedia.