Una de las virtudes de la agenda 2030 de Naciones Unidas es que ha facilitado contextualizar retos globales en torno a la sostenibilidad y colocarlos en una agenda común de urgente actuación. De esta forma, por ejemplo, sabemos que de cara a 2030, debemos reducir la producción de combustibles fósiles un 6% para llegar al objetivo de limitar el calentamiento global a 1,5 °C desde la era preindustrial. Igualmente, debe tenerse en cuenta que vivimos en un mundo interdependiente y que si el medio ambiente está en riesgo, el resto de actores que conviven en una sociedad también lo están, incluyendo las empresas. Por este motivo, desde el punto de vista local, entendemos que los Objetivos de Desarrollo Sostenible deben...
Ver Más