En marcha la misión del Vaticano para conseguir un alto el fuego entre Ucrania y Rusia
El cardenal Matteo Zuppi está trabajando con absoluto secreto en la «misión» que el pasado 20 de mayo le encomendó oficialmente el Papa Francisco para propiciar un alto el fuego entre Rusia y Ucrania. Su principal cometido será reunirse por separado con Vladímir Putin y V olodímir Zelenski «para ayudar a aliviar las tensiones» e «iniciar caminos de paz». Pero no será el único. El Vaticano ha puesto en marcha esta misión tras discretos contactos con los presidentes de Rusia y de Ucrania, que habrían aceptado recibir personalmente al enviado del pontífice. La Santa Sede y el cardenal evitan hablar de fechas. «Está todo en la comunicación oficial que publicó el sábado el Vaticano», repite el purpurado, dando a entender con un gesto que tiene los labios sellados. Aunque, aprovecha la rueda de prensa de clausura de la reunión plenaria de los obispos italianos, para dar algunos detalles. Noticia Relacionada estandar No Zelenski, al Papa: «No puede haber igualdad entre víctima y agresor» Ángel Gómez Fuentes El presidente ucraniano también se reunió con su homóloga italiana, Giorga Meloni, quien reiteró su apoyo para la entrada de Kiev a la OTAN «Como explica el comunicado del Vaticano, la misión se ha convocado de acuerdo con la Secretaría de Estado, como muchas otras experiencias formales e informales del pasado», asegura, quizá en referencia al trabajo discreto de colaboración de la Secretaría de Estado y la Comunidad de San Egidio, de la que el cardenal Zuppi forma parte, para mediar en el actual proceso de paz en Sudán del Sur. Destaca que «el Papa nunca ha abandonado la esperanza de que se puedan reducir las tensiones y se abran recorridos de paz», y que Francisco «está implicado en esta causa hasta las lágrimas». Da algún dato más cuando le preguntan cómo contribuirá a esta tarea complejísima su experiencia en el proceso de paz Mozambique en 1992. En aquel entonces era sacerdote, y trabajó en el equipo de mediadores que ayudó a poner punto y final a 17 años de guerra civil en Maputo. «La mediación surgió gracias a lo que se pretende hacer ahora: rebajar tensiones para poner en marcha un proceso de paz. Se trata de cultivar cercanía, diálogo, vínculos, tejer encuentros. Eso llevó la paz a Mozambique y ese será el esfuerzo de ahora», explica. «Somos conscientes que esto lleva también cercanía a quien es víctima, y que la conmoción del Papa se transforma en oración y solidaridad», explica. «Ya veremos», musita. Añade también que «hay muchos vínculos entre los obispos italianos y la Iglesia Ucraniana», en referencia a la ola de hospitalidad en tras la invasión. «Decenas de miles de refugiados han sido acogidos en instituciones de la Iglesia. La situación me ha recordado lo que ocurrió tras el desastre de Chernóbil, que dio lugar a una movilización de años, de la que surgieron vínculos que hoy siguen en pie», ha concluido. Precisamente este jueves el arzobispo mayor de la Iglesia Greco Católica Ucraniana, Sviatoslav Shevchuk ha invitado a los obispos italianos a «visitar Ucrania para ver con vuestros propios ojos la tragedia de la guerra en curso, y compartir nuestro dolor». El referente de la mayoría de católicos ucranianos denuncia que no se trata de «una guerra de un país contra otro» ni una «operación militar». Lo define «un verdadero genocidio de nuestro pueblo y terribles crímenes de guerra cometidos por Rusia con una connotación ideológica explícita