Rueda llama a «unir el voto» para recuperar músculo local
Alfonso Rueda cierra este viernes la campaña de las elecciones municipales del 28M llamando a «unir el voto» y a no «disgregarlo» porque al PP le «hacen falta mayorías potentes para poder hacer gobiernos potentes», «estables, con sentidiño y colaboradores con la Xunta». En definitiva, un apoyo que enmiende el revés de 2019 y permita a los populares recuperar músculo local. Un mensaje que no ha dejado de machacar en los últimos coletazos de la campaña. Rueda reservó para el último día los mítines centrales de Vigo, en el Centro Social Afundación, ante casi 400 personas, y Santiago, en la Sala Capitol. Y echará el cierre con una cena-mitin en un restaurante ferrolano. Antes, paseos por Ordes, Sanxenxo y Pontevedra. El PPdeG cree en los formatos «a la vieja usanza» y lo volvió a reivindicar Rueda, satisfecho por la acogida de los mítines, rebatiendo que si en otros partidos se contentan con «hacerse fotos paseando» es porque carecen de poder de convocatoria. En Vigo activó al personal el 'Live is life' de Opus, antes de los preceptivos vídeos y discursos, con dos coordenadas: críticas a Abel Caballero y la alternativa que ofrece Marta Fernández-Tapias. Una alternativa que Rueda insistió en que se ha diseñado «a presente y sobre todo a futuro»; «somos sólidos». No será este 28M cuando se derrote a Abel Caballero, pero «llega el punto de inflexión», repitió la idea central de la presentación de la candidatura. En todo caso, auguró, este mismo domingo «el PSOE va a bajar en apoyos»; y «el primero que lo sabe», afirmó, es el alcalde, que «prefiere» hacer campaña fuera de Vigo; «esa es la primera señal». «¡El domingo empieza el cambio, vamos a sorprender! ¡Lo sé yo y lo saben también los que dicen que nada va a cambiar!», proclamó. «Esto es el principio del fin», verbalizó de otra forma el mismo concepto Fernández-Tapias, quien declaró a su partido «listo» para «acabar con ese monopolio absoluto de los 16 años» de Caballero. La candidata popular insistió en que éste renunció a la campaña en la ciudad, para no «hacer mucho ruido», más preocupado por «atar la Diputación» acudiendo a Mos, Porriño, Redondela y el Morrazo. Buscando «no gastarse más», temerosos de toparse con el descontento social«. »Si están cansados«, apostilló, y »tienen« que estarlo, dijo, »porque su proyecto está absolutamente agotado«, »¡que nos dejen a nosotros!«. Caballero y Sánchez Ambos explotaron la imagen de Caballero sin apoyos externos por una decisión deliberada. Ni Pedro Sánchez ni ministros. «Ahora resulta que no los conoce de nada, ¡pero de qué vamos!», clamó Rueda. Fernández-Tapias sumó que, si no han acudido en campaña a Vigo, es porque «saben» que han «maltratado» a la urbe olívica y le han «fallado». «Cuánto mejor le iría a esta ciudad si se hablara menos del alcalde», lamentó el presidente del PPdeG, quien rechazó los «egocentrismos» del regidor. Y añadió que, aunque tratara de separarse esta quincena de Sánchez, «cada vez se parecen más», aunque sus respaldos sean diferentes, en su «obsesión por mantenerse» pese a todo y yendo contra todos, hasta los suyos. Que Vigo, pidió, «se llene de aire fresco». Y concluyó: «¡Ya está bien, siempre lo mismo!». Con la agenda de actos de este viernes, Rueda, cerrará la campaña —que ha estado compaginando con sus compromisos como presidente de la Xunta— con 71 visitas, casi cinco de media al día —el PPdeG había avanzado que superaría las siete decenas, y cumplió—, a 61 concellos, la quinta parte, prácticamente, de los 313 de la Comunidad. El más pequeño al que acudió, Baleira, en Lugo, con 1.152 almas. El pasado domingo se exprimió especialmente, con ocho actos en una sola jornada. En total, serán más de 8.000 kilómetros recorridos. Rueda, capaz de esquivar la afonía, admitió que estaba «un poco cansado» después de «días muy intensos». Una vez concluida la campaña, será la hora de las urnas. Los populares seguirán la noche electoral en un hotel compostelano, cercano a su sede. Antes, este sábado, Rueda desconectará —lo que pueda— en un concentración motera en Bueu. Este viernes rechazó «hablar de resultados históricos y espectaculares», dardo incluido a Ana Pontón. Espera mejorar la cosecha del 19 y «unas cuantas alegrías». Pero sin mostrar sus cartas, como los buenos tahúres.