Jornada de reflexión: normalidad y paseos casi por decreto
El paseo de los candidatos en la jornada de reflexión es un tomar la calle, un aparentar cercanía, calma, volver a las mallas y descubrir que una ciudad, la que sea, tiene cines, museos, parques, y señoras con perro. Es una tradición inveterada donde reflexionar, lo que se dice reflexionar , no se reflexiona. Hay quien, como Isabel Díaz Ayuso, se ha ido de exilio interior, cerca de casa, al Parque Santander, a pasear con unas Nike de eso mismo, de paseante. Correr no, que una contractura, un resbalón, un niño que se meta en la trayectoria puede llevar escayola al balcón y no es buena imagen para el mundo y el sanchismo. Que sí, que Ayuso corre, lo dice, pero el paseíllo tranquilo era obligado hoy antes de que en Madrid los cielos se cerrasen y fuera noviembre así, como de repente. Calma y después su Chamberí con su gente. Inevitable. Sin salir de Madrid, aunque se saldrá del Foro en esta crónica de 'normalidad reflexiva', el candidato a la Comunidad Juan Lobato se fue a ver mamuts, con mujer e hijos, haciendo quizá bueno ese libro, biblia progresista de 'No pienses en un elefante', de George Lakoff. Noticia Relacionada estandar No El Gobierno asegura «total transparencia y máxima garantía» en los comicios del 28M tras la polémica por compra de votos Europa Press El secretario de Estado de Comunicación afirma que el sistema funciona «perfectamente: identifica, detecta y repara posibles irregularidades» Y ya, no eran elefantes, sino mamuts, y Lobato se dijo «tranquilo», porque es una persona «tranquila» y llevaba al crío mediano ilusionado con esa cosa de la Prehistoria en el Caixaforum. Después, cervecita con su 'tiquet municipal', Reyes Maroto, en el barrio de las Letras. Deporte Pero la jornada de reflexión, fijada en las meninges como la Ley'Dhont, ha traído más estampas. Tiernas, como de no romper un plato. O de mandíbulas apretadas; Cuca Gamarra se metía entre pecho y espalda una decena de kilómetros en Logroño a carrera y a pulmón, que en Logroño, consta, el sol ya de casi junio apretaba este sábado de lo lindo. Y el deporte, siempre, llevaba al candidato del PSOE al Principado de Asturias, Adrián Barbón, a parlar con ciclistas en Laviana. Se trata de la normalidad que no es. De la foto que les falta sin el gesto y dedo señalador, de relajar el cuerpo antes de la torta o la gloria del domingo. Y reflexionarán sobre hecho, dicho, y prometido. En Madrid, por ejemplo, las candidatas de Más Madrid a consistorio y Asamblea, hacían eso que llaman «sororidad fotográfica», y a 500 kilómetros de allí, Paco de la Torre, el veterano alcalde popular de Málaga, practicaba su natatoria matinal, esa que le tiene como un toro en esa piscina rayana a la playa, donde los olés se confunden con los jazmines. O dormir En ese mismo mar, arriba, en Barcelona, se daban un garbeo naval todos los elegibles a la Ciudad Condal. Únase una subidita a Montjuic. Más cansancio que reflexión. Y el bochorno de BCN. Feijóo se fue a la Feria del Libro, a Fernández Vara (PSOE) le llovió Extremadura entera, Óscar Puente ofició una boda en Pucela y otros durmieron a pierna suelta. Como en la escena onírica de 'Bienvenido Mr. Marshall'. Charo, la candidata de Patones, se acicaló y reflexionó en una peluquería. Dios los bendiga.