5G y comunicaciones, el plus que busca Lockheed Martin
Lockheed Martin es la mayor empresa del sector de la defensa de EE.UU. y, por tanto, del mundo. En España su arraigo tiene últimamente tres pilares: la colaboración creciente con Navantia y el sistema de combate de las futuras fragatas F-110; la venta de ocho helicópteros de guerra antisubmarina a la Armada por 820 millones de euros; y una posible venta del caza F-35, asunto por resolver en la próxima legislatura «en un contrato que sería de gobierno a gobierno. Esperamos a que el Gobierno español tome la iniciativa, si lo deciden... será una negociación entre ambos gobiernos». Por ello, la presencia de la empresa estadounidense en la pasada feria de defensa Feindef , que tuvo lugar en Madrid, fue de primer orden. Entre sus ejecutivos se encontraba Jonathan Hoyle, Chief Executive Europe de Lockheed Martin. El mensaje que se traslada es que Lockheed Martin quiere invertir en España y colaborar con las empresas del sector, también en mantenimiento y logística: «España es un socio significativo desde hace décadas, particularmente en la Armada y una relación sólida con Navantia. Vemos grandes oportunidades en España como en el resto de Europa, al tiempo que los gobiernos suben su porcentaje en inversión en defensa hacia el 2% del PIB o por la guerra en Ucrania. Vemos a Europa como un socio y una oportunidad para crear empleos estables en mantenimiento». Noticia Relacionada ESPECIAL INDUSTRIA DE DEFENSA estandar No Los nuevos horizontes de un sector estratégico Belén Rodrigo El giro europeo en defensa dará un impulso a un sector con gran músculo innovador y capacidad tractora, pero también muchos desafíos pendientesfdf En este sentido, la empresa estadounidense se fijó en el modelo de colaboración que Navantia tiene con los cuatro destructores que EE.UU. tiene basados en Rota, los cuales son atendidos por el astillero español y empresas subcontratadas en sus paradas técnicas. Un modelo que puede reproducirse con los ocho helicópteros MH-60R recientemente adquiridos por la Armada. «No es eficiente mantener este tipo de aeronaves en otro continente», insiste. Como empresa volcada en la tecnología, Lockheed Martin trabaja siempre en el futuro. Aquí su vicepresidente para Europa es claro: «Sistema de sistemas. Eso es lo que se nos demanda. Tratamos de integrar capacidades desde todos los puntos de vista [optrónica, armamento, comunicaciones,...] para que todas las plataformas y aeronaves estén conectadas entre sí y disponibles desde los centros de mando donde se toman las decisiones». Habiendo dicho esto, Lockheed Martin está muy volcada ahora «en tecnología 5G y modernización de comunicaciones en sistemas navales y también aéreos. Todo lo que tenga que ver con compartir y transmitir datos». ¿Y la mayor preocupación? En este punto la cadena de suministro, ante la gran demanda de pedidos y la carestía de materias primas, se advierte como uno de los desafíos principales a los que se enfrenta el sector: «Llevará tiempo. Revertir esta situación hasta el punto de que podamos producir más rápido es el gran desafío que tenemos. Todas las compañías estamos luchando con esta crisis de suministros. También tenemos el desafío de los chips...». Otro aspecto en el que las compañías con gran carga tecnológica compiten es en el de la atracción del talento: máxime en tiempos donde también se compiten con los Google, Amazon, Nvidia... en el reclutamiento de ingenieros. «Es un problema global. No hay suficientes ingenieros graduados en el mercado laboral, lo que propicia también esa competitividad. Buscamos oportunidades en este sentido fuera de EE.UU. también y apoyamos los estudios STEM ('Science, Technology, Engineering, Math') para intentar que alumnos en escuelas empiecen a tener interés en carreras de ingeniería», destaca el ejecutivo. Europa Obviamente, la guerra de Ucrania ha espoleado las inversiones de los gobiernos en defensa y Europa -«sin distinguir geográficamente»- se ha convertido en el gran mercado creciente para las empresas del sector, explica Hoyle quien no se muestra preocupado por un cierto proteccionismo europeo a la hora de adquirir aviones, buques y sistemas de defensa fabricados en Europa: «Las fuerzas armadas europeas no solo compran tecnologías para vencer a las amenazas sino también para proteger la vida de sus soldados. Y ese es el gran factor. En ese sentido las políticas trasatlánticas en el contexto de la OTAN son importantes».