Integrados e integristas
Según fuentes de toda solvencia consultadas por ABC, la estancia de Don Juan Carlos en Vitoria , a finales del pasado abril, nada tuvo que ver con una supuesta revisión en la clínica dental del doctor Eduardo Anitua, sino con la grabación –como tenedor del título de Señor de Vizcaya, imprescindible para pasar los filtros de pureza de sangre que exigen las autoridades sanitarias vascas– de una pieza para el especial de Nochevieja de 'Piztu telebista', más o menos como cuando Tina Turner, que en gloria esté, pasaba por Madrid a mediados de julio y la llevaban en una furgoneta con aire acondicionado hasta Prado del Rey para que vestida de invierno y rodeada de figurantes con matasuegras brindara en 'play back' por el año nuevo. 'Piztu telebista' se inspira en los 'reels' de las redes sociales, adaptados a la pantalla para mostrar las reacciones de una aquilatada muestra demoscópica de la nueva sociedad vasca frente a la programación de las distintas emisoras. Mucho antes de que a Ione Belarra le salieran diecisiete tipos de familia, más o menos como naciones a Iceta –«las he contado», dijo el todavía ministro–, la cadena del PNV decidió diversificar la naturaleza y la genética de las unidades familiares que sentadas en el sofá y frente a la tele comentaban sus contenidos. La biodiversidad del nuevo País Vasco no solo quedó plasmada en una serie de unidades convivenciales de distinta identidad de género, sino étnica, todo un logro para la emisora de un partido esencialmente surgido de la homofobia y el racismo y ahora capaz de integrar a negros y maricones, que diría el reconocido taxonomista Jorge Javier. En la galería de comentaristas de la fenomenología televisiva de 'Piztu telebista' encontramos así a la pareja que forman Nourdine y Halima, ella con velo islámico; a Leo, Kora y Maroa, de la corriente latina y sandunguera, o a Daniel y Eneko, amigos y residentes en Pamplona. Todos hablan en euskera, incluso para comentar los programas en castellano de la ETB2. Son modelos de la integración social y cultural de una nación vasca en la que solo faltan los 180.000 exiliados que abandonaron el régimen nacionalista. Volviendo al principio, al Rey Juan Carlos lo grabaron los de 'Piztu telebista' mientras veía en Antena 3 'Una vida Bárbara'. «Zozoak beleari, ipurbeltz», dijo el Rey.