El Gobierno paraliza la nueva Selectividad por «responsabilidad»
El Gobierno ha decidido paralizar la aprobación del real decreto que desarrolla la nueva Selectividad . ¿La razón? «El Gobierno está en funciones y entendemos que el Ejecutivo salga de las urnas debe ser el que tome las decisiones; lo hemos hecho por responsabilidad», informaron a ABC fuentes del Ministerio de Educación. La nueva prueba iba a entrar en vigor de forma paulatina y los primeros cambios se iban a introducir el año que viene, en 2024 (es decir, la prueba de este año que arranca la semana que viene se queda tal y como se conoce hasta ahora). Si bien la convocatoria de elecciones por parte de Pedro Sánchez deja sin efecto todas las leyes que estaban en tramitación cabe aclarar que la nueva EBAU emana de una norma que ya está aprobada hace tiempo: la Lomloe, más conocida, como 'ley Celaá'. Así, los cambios en la nueva EBAU debían introducirse vía real decreto. «Las leyes decaen cuando se disuelve el parlamento. Los reales decretos pueden seguir su tramitación y pueden ser convalidados , si es necesario por la Permanente del Congreso», aclaran las mismas fuentes de Educación. Noticias Relacionadas estandar No Los profesores que denunciaron la nueva Selectividad: «Ahora podremos volver a enseñar sintaxis y gramática» Josefina G. Stegmann estandar No Educación da marcha atrás y elimina la polémica prueba de madurez de la nueva Selectividad Josefina G. Stegmann Y es esto precisamente lo que han hecho. «La Lomloe obliga a que el mismo curso en que entra en vigor la ley en 2º de Bachillerato (es decir, el próximo mes de septiembre) es también cuando deberá entrar también en vigor la nueva EBAU». Dicho de otro modo, los de Pilar Alegría han dejado el real decreto hecho y tramitado, aunque metido en el cajón . El futuro Consejo de Ministros deberá decidir si lo saca de allí o no. ¿Cómo queda entonces la prueba? La nueva prueba, en cualquier caso, ya iba a llegar al año que viene bastante cambiada respecto al planteamiento inicial que había hecho Pilar Alegría. La ministra se vio obligada a fulminar la polémica prueba de madurez . Con dicha prueba se pretendía evaluar en un único examen las asignaturas de Lengua Española, Lengua Cooficial, Lengua Extranjera, Historia e Historia de la Filosofía. Además, contendría 25 preguntas de tipo test o de rellenado de huecos más tres preguntas libres de 150 palabras cada una. Este formato generó la indignación, primero de profesores de Lengua Castellana y Literatura que firmaron un manifiesto en Change.org en el que denunciaron que la propuesta del ministerio « esconde una reducción inadmisible de los contenidos (...)». De este escrito se hizo eco la Real Academia Española (RAE) que criticó la disminución de contenidos que los alumnos « deben dominar con el argumento de que han de potenciarse en su lugar las competencias ». También se sumaron a las críticas la academia del catalán (Instititut d’ Estudis Catalans, IEC), la Red Española de Filosofía y la Asociación de Escritores con la Historia. Además de eliminarse la prueba de madurez, Alegría ya había tenido que verse obligada a retrasar la implantación de la nueva prueba un año. En diciembre del año pasado la aplazaron al curso 27-28, cuando inicialmente estaba previsto que se aplique de forma definitiva para el 26-27.