Simpatizantes de DeSantis ponen banderas nazis en el Disney World de Florida a modo de protesta
La guerra abierta entre Disney y Ron DeSantis, gobernador de Florida y candidato a las primarias republicanas para las elecciones de 2024, se ha hecho patente este fin de semana a las puertas del parque temático de la compañía en el Estado. Simpatizantes de DeSantis aparecieron este sábado en las inmediaciones de Disney World Florida con banderas nazis, esvásticas y pancartas de apoyo a la candidatura del gobernador republicano a las primarias, según la prensa Estadounidense. Lo denunció el sábado Anna Eskamani, legisladora demócrata en el Congreso de Florida, que compartió en redes sociales vídeos e imágenes de los manifestantes. «Es repugnante ver que nazis se ha convertido en algo común en Florida, y aún más inquietante cuando sostienen carteles y banderas que indican su apoyo a personas como el gobernador DeSantis», señaló. El republicano mantiene un pulso contra Disney por las críticas de la compañía a una ley que limitaba la difusión de contenido LGTBI en las escuelas. Como represalia, DeSantis ha despojado a la compañía, uno de los grandes símbolos culturales de Estados Unidos, del estatus especial concedido a la zona que alberga sus principales parques temáticos en el Estado de Florida. Una pelea que ha llegado a los tribunales La compañía gozaba hasta febrero de un régimen fiscal especial desde los años 60 y que suponía una suerte de autogobierno sobre el Distrito de Mejora de Reedy Creek, en los límites de Orange y Osceola. El gobernador de Florida pidió al Congreso terminar con estos privilegios. De esta forma, DeSantis designó en febrero una nueva junta en reemplazo al distrito «especial» de Disney, que regulaba tanto el parque temático como las instalaciones de la compañía, con miembros cercanos y elegidos personalmente por él. La compañía de entretenimiento aprobó con la junta saliente más tarde limitar los poderes de la nueva impuesta por DeSantis, quien declaró en la víspera como nulo el acuerdo previo firmado con sus predecesores, en un intento por recuperar el control. Tras ello, Disney decidió demandar a DeSantis y la nueva junta, alegando que lo hacía para «proteger» a su personal y sus socios de una «campaña implacable» del Gobierno contra la libertad de expresión, en referencia a las críticas vertidas por la compañía contra la ley que prohíbe hablar sobre diversidad sexual en las escuelas primarias en Florida.