El Consejo de Ministros ha vuelto a convertirse en un instrumento al servicio de la campaña electoral. Este marte, agotando las semanas terminales de la legislatura, el Gobierno aprobó una prórroga de la legislación anticrisis bajo la fórmula de un decreto ley masivo que exhibe inequívocas connotaciones electoralistas. Son más de trescientas páginas en las que no solo se prolongan algunas de las medidas destinadas a combatir la crisis derivada de la pandemia y de la guerra de Ucrania. Bajo el pretexto de transponer algunas directivas europeas, el decreto escoba que ayer se aprobó incluye una batería de iniciativas legislativas que habían quedado paralizadas al haberse disuelto las Cámaras. De este modo, y a través de un mecanismo excepcional y...
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