Cuando cogía denuncias, apuntaba la descripción de los sospechosos. De robos, a agresiones sexuales. El testigo o la víctima hablaban de la ropa, de la altura, del color de pelo, quizá, pero se dejaban otros detalles. La forma de la nariz, de los ojos o si tenían alguna cicatriz o marca que los hiciese fácilmente identificables. En esa atención al detalle estaba Santi Tugores , que propuso introducir la técnica del retrato robot en el cuerpo de Mossos d'Esquadra . Lo propuso y lo consiguió. Las pautas básicas pasaban por algo tan evidente –pero no siempre habitual– como garantizar el bienestar de quienes desgranan sus recuerdos, en muchas ocasiones traumáticos, para plasmar en papel la cara del delincuente . Cuatros...
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