Cristóbal Toral , antequerano de Torre Alháquime, madrileño pasado por Nueva York, es un valor agradable y con memoria de nuestra pintura contemporánea. Sus contertulios, en un Madrid que le resulta fabuloso, son Goya, Velázquez y el Greco, al que reinterpreta a través de los tiempos. Y ya, en el pasado siglo, fueron Adolfo Suárez, Jesús Hermida al que surtió de corbatas y así. Toral no ha pertenecido a ninguna camarilla madrileña, algo que lo honra. Un premio de pintura de 'Blanco y Negro' lo trajo desde Nueva York, donde ya era reconocido, a Madrid y otra vida comenzó. Acaba de ilustrar 'La fiesta del chivo' de Vargas Llosa, y un hombre original, por fuerza, se entiende por sus detalles....
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