Santiago estudiará endurecer la normativa ante actos incívicos
La escalada de conductas incívicas de peregrinos en el casco antiguo de Compostela ya tiene la primera respuesta por parte del gobierno local. Desde este martes arranca una campaña para difundir un código de buenas prácticas que buscará asegurar que los caminantes sean bien conscientes de las líneas rojas de la ciudad antes de hacer su entrada en ella. Llega, además, acompañada del aviso del Concello de que se comenzarán a sancionar «de inmediato» las acciones vetadas por la normativa municipal; y ha afirmado el órgano que «estudiará» ajustar el reglamento para que dé cabida a sanciones en casos que actualmente no contempla. Una acción, esta última, que también reclaman desde el PP local, junto a una mayor presencia policial a pie de calle, por considerar «insuficiente» el carácter «informativo» de la campaña. En las últimas semanas, la plaza del Obradoiro ha sido testigo de pícnics sobre sus adoquines; la de la Quintana, de la acampada de algunos, con sacos de dormir, en su medio y medio; y ni la Catedral se libró de que la fachada de su Puerta Santa se convirtiese en rocódromo improvisado, relegadas las numerosas estatuas, patrimonio de la humanidad, que adornan su marco a escalones en los que apoyarse un peregrino durante su intento de escalada. Acciones que, pese a su calidad de anécdota, ponen en riesgo la integridad del patrimonio arquitectónico –y, en casos como aquel último, también la de las personas que los cometen– y reflejan que no todos los visitantes que llegan a Santiago Compostela tienen claros los límites a los que deben atenerse en respeto de la urbe y su vecindad. Por eso, el Concello pone desde este martes en marcha una campaña construida en torno a un recién redactado código de buenas prácticas dirigido a todos los turistas y peregrinos que acuden a Santiago, y a la mejora de la señalización de comportamientos prohibidos por la ordenanza municipal. Según ha desgranado este lunes la concejala de Turismo, Miriam Louzao, en un acto frente a los medios, contempla doce áreas, ejes sobre los que orbita la campaña de concienciación: corresponsabilidad, diversidad, autenticidad, singularidad, calidad ambiental, acústica y visual, seguridad, tranquilidad, preferencia peatonal, derecho al descanso y hospitalidad. En su conjunto, el código supone un intento para que el visitante sea consciente de antemano del impacto negativo que puede generar en la ciudad durante su estadía, con lo que, explicó Louzao, el objetivo es que se tope con él antes de su llegada. Así, por un lado, se repartirán folletos y otros artículos informativos en formato físico en albergues, restaurantes y hoteles del contorno compostelano; en el aeropuerto, y, por supuesto, en los edificios administrativos municipales y de la Xunta. Sin cerrar la puerta el Concello, además, ha respondido a preguntas de los periodistas, al diálogo con los municipios colindantes para coordinar que también se puedan entregar esas octavillas en su marco. A este esfuerzo se sumarán 'stands' en lugares «de gran visibilidad» de la vía pública y distintos parques, cubiertas para los autobuses urbanos, y otros artículos promocionales como manteles o bolsas. Finalmente, el apartado 'online' quedará cubierto con 'banners' informativos que aparecerán en las webs de organismos oficiales, como la del propio Concello o la de Turismo Santiago. Sobre esto, Louzao ha añadido que se ha solicitado a representantes del sector que los muestren en sus páginas de internet y que se estudia la posibilidad de que se muestren, incluso, en el momento de realizar la reserva de un viaje a Santiago de Compostela. Sanciones «de inmediato» La difusión de este código de buenas prácticas llega acompañada por el arranque de sanciones policiales ante las conductas que atenten contra la responsabilidad ciudadana que promulga. Tal y como ha explicado la alcaldesa de la ciudad, Goretti Sanmartín, en una rueda de prensa previa la que ha ofrecido la concejala, este lunes ha tenido lugar un encuentro con la Policía Local para analizar la «intensa campaña» de vigilancia que se está desarrollando tanto en la zona vieja como en la Rúa de San Pedro para evitar los «comportamientos inadecuados» de algunos turistas. Estos, cabe recordar, no se limitan a los antes mencionados y se remiten a otros que suelen darse durante las temporadas altas del verano, como excesos de ruido en la Rúa de San Pedro o casos de ciclistas que circulan por lugares no permitidos. Para Borja Verea, portavoz de los populares compostelanos, más que el ánimo de concienciar, «es evidente la necesidad de poner multas significativas«. «Sabemos que son pocas, pero maleducadas, las personas que llevan a cabos estos actos, por lo que reiteramos que el más efectivo» para que estas «conductas desaparezcan» son más sanciones y una «mayor presencia policial», ha dicho, dado que «este tipo de situaciones se van multiplicando a medida que pasan las semanas». Verea ha insistido en que la campaña no se quede en la puesta en marcha de unas medidas informativas, «sino que [desde el Concello] se sumen» a su propuesta de cambios en la ley municipal «y modifiquen las ordenanzas, ya que el que se atreve a escalar por la fachada de la Catedral o enciende un camping-gas en la plaza del Obradoiro; o el que arranca una señal y se va con ella, ya sabe que eso no lo puede hacer», ha argumentado el líder del PP local. Noticias Relacionadas estandar No Santiago, entre las 15 ciudades españolas con menos paro y La Coruña, décima con mayor renta Pablo Baamonde estandar No Santiago estrena el cuestionado acto del Alba de Compostela Á. Vidal Fijar cada escenario En este sentido, según ha declarado Louzao, el gobierno local empleará primeramente «todos los mecanismos que permitan las ordenanzas» actuales para sancionar «con ánimo disuasorio». Y ha confirmado que estudiará, además , actualizar la normativa municipal para que contemple ciertos casos específicos , como, por ejemplo, las acampadas de peregrinos o los pícnics en las plazas, y los entienda de distinta manera al mero consumo de alimentos o a la pernoctación en vía pública. Ambos ejemplos, actualmente, no son objeto de sanción, exista o no una causa de necesidad que pudiese justificarlos.