Osos y humanos: tan cerca pero mejor algo más lejos
Verano. Tiempo de frutas, de árboles cuajados, y huertos a punto para recolectar esos tomates, calabacines o lechugas plenos de sabor. Y olor. Que no sólo conquistan los paladares de quienes miman su tierras. También para los osos pardos se convierten en un atractivo y su particular 'mercado' al que acudir en busca de comida que llevarse al hocico . Pero lejos de una idílica imagen de ver cómo el animal se adentra en entornos urbanos, también puede suponer un peligro. Así que lograr la conservación del plantígrado que no hace tanto estuvo próximo a la extinción y la cohabitación con las actividades humanas a las que cada vez se aproxima más es un reto. Precisamente a lograr la «coexistencia» del oso pardo con la agricultura y la vida en los pueblos van dirigidos los «esfuerzos» de la Junta de Castilla y León , junto con Galicia, Asturias y Cantabria, los cuatro territorios 'oseros' implicados en las acciones de conservación de la especie con una «exitosa» recuperación , según ha valorado este martes el consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones. Lo ha dicho en tierra de osos, en Tejedo del Sil, en el municipio leonés de Palacios del Sil, donde desde hace unos años los avistamientos de ejemplares a pocos metros de las casas , 'robando' comida de los huertos o de los contenedores, ya no son un algo excepcional y han incrementado las quejas de los vecinos. De hecho, aquí es donde la Junta tiene instalado uno de los remolques-trampa para la captura de ejemplares y su posterior geolocalización . Un plan para apresar y radiomarcar al animal que Castilla y León puso en marcha en 2021. Tiene incluso patentado su propio sistema , trampas tipo 'culvert', con doble sistema de seguridad y activación remota que permite en todo momento visualizar este ardid en tiempo real y seleccionar en qué momento se procede a su activación, evitando así atrapamientos o lesiones sobre un segundo oso, principalmente crías. «Hito en la gestión» Equipos técnicos, veterinarios, agentes mediambientales, celadores y Patrullas Oso, de forma coordinada con la Guardia Civil, están implicados en este plan que ha supuesto « un hito en la gestión de la especie» , ya que ha permitido radiomarcar ya ocho ejemplares (seis de ellos en León). MÁS INFORMACIÓN noticia No Pillan a un oso bañándose en el jacuzzi de una casa de California en plena ola de calor noticia No ¿Qué hacer si te encuentras un oso? noticia No Los osos pardos utilizan señales visuales para comunicarse Todos estaban en entornos urbanos o con habituación a recursos producidos por la actividad humana. Con este proyecto, una vez capturados sin sufrir daños, se monitoriza a los osos antes de su liberación de nuevo en el medio natural y se aplican medidas que los generen aversión –se cuenta, por ejemplo, con dos perros de rastro adiestrados para el seguimiento de los plantígrados, que se han usado también para búsqueda de ejemplares heridos – de modo que se evite su habituación. «Hay que buscar una adecuada coexistencia entre el oso y los humanos. Se acercan a los pueblos, donde buscan comida. Y esos acercamientos suponen un cierto riesgo », advirtió Quiñones. «Si el oso entra en un huerto o en un frutal y no pasa nada, volverá porque sabe que hay alimento», subrayó en declaraciones recogidas por Ical. Expansión Es en verano cuando se dan más estos episodios de osos que se acercan a las casas en busca de algo que llevarse a la boca. Depende del carácter del animal para adentrarse el territorio humano (los hay más tímidos que no se atreven a dar esos pasos) pero este comportamiento, reconocen desde la Junta, «coincide también» con la recuperación de la población osera . 370 En la Cordillera Cantábrica Es el número de ejemplares de oso pardo según el último estudio: 250 en la zona occidental y 120 en la oriental, donde hace apenas 40 años estuvo próximo a la extinción y se estimaba que había unos 50. El 56% de los plantígrados son machos (210), junto a 160 hembras. El 53% están en Castilla y León; el 35, en Asturias; Cantabria alberga el 31 y Galicia, el 8%. 370 ejemplares hay en la Cordillera Cantábrica (56% machos), según el último recuento, con un censo «estabilizado» y «consolidado» en 250 en la zona occidental y un incremento en la oriental, con 120. Y habiendo logrado crear un «corredor Cantábrico», con mezcla de ejemplares de ambas vertientes. Castilla y León alberga a más de la mitad (197) y los resultados del estudio realizado por las cuatro comunidades oseras demuestran su expansión.