Simeone, a frenar su declive en Champions
«No tengo ninguna duda de que a mí la Champions me cuesta», fue la sentencia, a modo incluso de desahogo, que pronunció Diego Pablo Simeone hace poco menos de un año cuando su equipo acababa de consumar su eliminación de la Champions en la fase de grupos (por segunda vez en la era Cholo) tras no pasar del empate en el Metropolitano frente al Bayer Leverkusen. Aunque esta temporada debutan a domicilio ante el Lazio en el Olímpico de Roma (21:00 horas, Movistar Liga de Campeones), los tropiezos en casa están siendo precisamente una de las rémoras en este torneo. De los últimos once partidos como local en la máxima competición continental, el Atlético de Madrid sólo ha ganado uno, y fue de forma agónica en el minuto 100 ante el Oporto, en el debut europeo del curso pasado. Una campaña en la que también lo perdió todo fuera (Brujas, Leverkusen y Oporto), quedando último de grupo y fuera incluso del consuelo de la Europa League por primera vez en la historia del club rojiblanco en la Champions. Entonces la excusa fue que los jugadores tenían la cabeza en el Mundial de Qatar, pero la decadencia del Atlético de Simeone en la Champions venía evidenciándose desde hacía años. Lejos quedan ya los cuatro lideratos consecutivos en fase de grupos (entre 2014 y 2017), que se tradujeron en largos trayectos: las finales de 2014 y 2016, semifinales en 2017, y cuartos en 2015. En los últimos seis años, los colchoneros nunca han vuelto a ser primeros de grupo y lo que en los albores del Cholismo era el suelo, ahora es el techo: los cuartos de final. Entre la exigencia y el sueño Unos cuartos que, hablando de dinero, es una meta por encima de las exigencias del club, que cada año cuenta en el diseño de sus presupuestos con llegar al menos hasta los octavos de final. Aunque las ambiciones de la plantilla y el cuerpo técnico estén por encima, como ha reconocido en alguna comparecencia pública Simeone respecto a la Liga: «El club nos pide ser terceros, nosotros queremos salir campeón». Sin embargo, este año, con salidas muy sonadas como las de Yanick Carrasco y la de Joao Félix (no por más esperada), sin el fichaje tan demandado del '5' y con la llegada tan sólo de jugadores de perfil bajo (Azpiclicueta y Soyuncu gratis; la vuelta de los cedidos Riquelme y Lino; y Galán como compra más cara), no parece el más propicio para que los rojiblancos puedan soñar en grande en la Champions League. A todo esto se une un panorama lleno de bajas en el inicio de esta competición en la visita, con las ausencias por lesión de Reinildo, Koke, Memphis, Soyuncu, De Paul y Lemar (que ayer fue operado del tendón de Aquiles), lo que ha obligado a que cinco chicos del filial se hayan subido al avión para completar la convocatoria ante el conjunto italiano, en el que el Cholo militó como jugador durante cuatro temporadas. Eso sí, en la cabeza de Simeone está grabada como lema aquella melodía que se cantaba en el Vicente Calderón: «La Liga de Campeones es mi obsesión». Llevar la Champions a las vitrinas colchoneras es una de las grandes obcecaciones del Cholo, que esta campaña además quiere quitarse el amargo sabor de boca del año pasado. «Es una competición que en los últimos tiempos nos ha costado muchísimo y lo afrontamos con muchísima ilusión y como un desafío grande que nos queda pendiente», reconocía Simeone ayer en una rueda de prensa con muchas preguntas en italiano, marcadas por su etapa como jugador de la Lazio, con quien ganó el Scudetto, la Copa y las Supercopas de Italia y de Europa. Además de al portero Antonio Gomis, habitual en las convocatorias, Simeone ha desplazado a Roma al central chipriota Ilias Kostis, el centrocampista Sergio Guerrero, el extremo Álex Calatrava 'Cala' y el delantero hispano-marroquí Salim El Jebari, que el pasado fin de semana marcó en el derbi de filiales de Primera RFEF.