Una soltera rechaza a su cita tras conocer su fantasía sexual: «Es muy básico»
Jaime (21) y Desirée (20) acabaron su cita en 'First Dates' hablando de fetiches sexuales. Sin embargo, ni en caracteres ni en la cama resultaron compatibles. Desde Madrid llegó al restaurante de citas de Cuatro Jaime , un estudiante de fisioterapia que acaba de salir de su única relación seria y busca una chica divertida, interesante y que le atraiga físicamente. Desirée , la chica con quien lo emparejó Carlos Sobera , es italiana, aunque lleva tantos años en España que ya se considera casi «madrilengua». Noticia Relacionada First Dates estandar No «Estoy casada», una soltera deja de piedra a su cita con su inimaginable confesión Mari Carmen Parra El programa de Cuatro presenció una de las escenas más surrealistas de su historia Al verse, se gustaron. Eran dos jóvenes atractivos y con ganas de disfrutar de la vida. Pero durante la cita se dieron cuenta de que no estaban hechos para disfrutarla juntos. Diferencias insalvables De entrada tuvieron desencuentros solamente por pequeños detalles, como el tatuaje con la frase de 'lo que no te mata te hace más fuerte' que lleva Desirée por una canción de Maluma . A Jaime le pareció entre básico y de niño pequeño. Tampoco le cuadró que no practicara deporte, porque él prefiere una chica que haga vida sana. Ella, por su parte, también le sacó varios defectos a su cita. «El hecho de que no le guste el baile para mí es una 'red flag'», determinó en un total a cámara. Los solteros jugando al 'rasca del amor' Cuatro Todo eran obstáculos para que la velada prosperara. Y tampoco ninguno intentó sortearlos. El programa los puso a jugar al 'rasca del amor' al final de la velada por si se encendía la chispa, pero sucedió todo lo contrario. A Desirée no le convenció en absoluto la fantasía sexual, o la falta de ella, que Jaime desveló. «Justo yo es que soy muy simple para eso. No tengo cosas de estas raras», explicó el joven. La italiana, que siente curiosidad por probar que le chupen los pies, concluyó que «es muy básico en el sexo». No lo veía como una futura pareja. Ni viceversa. No se pusieron de acuerdo ni para pagar la cuenta. Desirée consideraba una cuestión de caballerosidad que el chico la invite, pero Jaime se opuso. Para él ese gesto es arcaico y nada propio de unos chavales del siglo XXI. En resumidas cuentas, solo estuvieron de acuerdo en que ninguno de los dos sintió el 'tilín'.