España está acostumbrada a perdonar. Ha perdonado siempre aunque a veces hayamos tenido que marcar una línea en el suelo. España es una madre con diversos hijos y cada cual tiene esto o aquello. Destaca uno -brillante a veces, trabajador en lo que le conviene- porque no puede evitar acabar siendo un delincuente. Las tensiones son frecuentes . Las conversaciones duras. El matrimonio se resiente. Pero España es una madre y sabe que no puede vivir sin su familia completa y así la ha preservado a lo largo del tiempo. Tras los momentos de agitación y aspavientos llegan las épocas de entendimiento. No hay extremo español, ni en el nacionalismo ni en el eje derecha-izquierda, que no haya sido capaz...
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