El parque nacional de Cabañeros celebra 28 años con la llegada de las primeras grullas
Han pasado 28 años desde la declaración de Cabañeros como parque nacional , en parte gracias a la movilización que realizaron los vecinos y ecologistas que impidieron que allí se instalará un campo de tiro en la década de los años 80. En este tiempo, el espacio con 40.856 hectáreas, en pleno corazón de los Montes de Toledo y de Ciudad Real, es un ecosistema prácticamente inalterado desde tiempos inmemoriales . Una zona dedicada prácticamente a la agricultura, la ganadería y a la caza que ha generado riqueza y empleo en la provincia de Ciudad Real. A esta celebración se une la llegada de las primeras grullas que proceden de Finlandia, Suecia , y otros países del norte, según ha anunciado el parque nacional en sus redes sociales de cara a un fin de semana otoñal y de temperaturas suaves, para que los visitantes puedan disfrutar de este espectáculo. Noticia Relacionada CASTILLA-LA MANCHA estandar No El Parque Nacional de Cabañeros y los Quintos de Mora, adecuados para albergar el lince ibérico ABC Estos espacios tienen una superficie estimada de unas 1.500 hectáreas y están situadas en los hipotéticos corredores que comunicarían las actuales poblaciones de Montes de Toledo y Sierra Morena Las grullas estarán en el parque nacional de Cabañeros y el entorno (embalse de la Torre de Abraham) hasta mediados de marzo, cuando emprendan el regreso hacia sus áreas de cría. Un ecosistema único Pero si hay algo que destaca Cabañeros en este 28 aniversario de su declaración como parque nacional, es por el programa que incluye diversas actividades. Además, ha conseguido que este espacio sea una ventana abierta al mundo para dar a conocer un ecosistema único, su bosque mediterráneo y la diversidad de especies , que le convierten en un terreno que da cobijo a una fauna de gran interés científico. El parque nacional se ha convertido en refugio para más de 200 aves rapaces como el águila imperial, la cigüeña negra, el buitre negro ; 45 especies de mamíferos como el corzo, el jabalí y el ciervo , sin olvidar una flora única y variada con más de 1.000 especies vegetales diferentes. Cabañeros comenzó a ser destino y reclamo turístico gracias a la protección que le ofreció el Gobierno central y a la movilización vecinal, ecologista, pacifista y política que en 1983 reclamó la protección del espacio. Finalmente, el 20 de noviembre de 1995 el Gobierno de España lo elevó a parque nacional. El parque -que recibe cada año a unos 100.000 visitantes- se ha convertido en uno de los proyectos más protegidos de España, y sigue apostando por la divulgación y por apoyar proyectos que contribuyen a su conservación. En este tiempo las autoridades han apoyado que se fomenten rutas a pie y en todo terreno, que se abran los centros de visitantes e interpretación, que haya más áreas recreativas y miradores, que haya cuatro museos y puntos de información. Además, casi un centenar de empresas de actividades, alojamiento y restauración tienen su razón de ser en torno a la actividad turística que genera el parque nacional. Atractivos del otoño Por otra parte, las lluvias de las últimas borrascas que han recuperado otra vez el sonido del agua en los arroyos convierten al mes de noviembre en uno de los mejores momentos para visitar este espacio natural, en el que la oferta de actividades es un incentivo para los visitantes. Tras escuchar los bramidos del celo del ciervo en otoño ahora también se puede disfrutar de los colores de la floración y los frutos de algunas plantas como el torvisco, arbusto típico de la región mediterránea que florece en verano y continúa florecido ahora, «con sus frutos maduros», además del cambio de tonalidades de los árboles y el bosque, como explican responsables del parque.