Sánchez juzga «deleznable» la consigna «Me gusta la fruta», improvisada por Díaz Ayuso , que ahora ya podría ir por el mundo de Carmen Miranda con cofia de frutas tropicales… y con Almeida de Xavier Cugat. –Debería ser reprochable y condenable –insiste Sánchez con esa pulsión autoritaria para lo insignificante propia de lo que Andrzej M. Lobaczewski caracteriza como 'patócrata'. A Sánchez, que, como Churchill, cultiva la literatura autobiográfica, no le gusta la fruta (tampoco la puntuación, si nos atenemos a sus ucases tuiteros). Y la considera un insulto. «¿No será la literatura, toda, un inmenso papayal, y el desdén de algunos poetas por la puntuación un odio soterrado a la fruta, un temor a servir al lector de merienda?»,...
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