Reflotando a un gigante
Convertir la falta, la necesidad, en un proyecto prolífero es una muestra inequívoca de inteligencia y, por supuesto, de valentía. Rubén Baraja (Valladolid, 1975) recibió una llamada desesperada del Valencia en el ecuador de la temporada pasada. El club de su vida, donde levantó dos Ligas, una Copa y una UEFA como jugador, donde es tratado como un héroe de su dilatada historia, requería sus servicios. Sin embargo, la decisión de regentar el banquillo de Mestalla era, cuanto menos, arriesgada. Estaba el Pipo ante su primera oportunidad de entrenar en la élite española, pero el Valencia era un equipo en llamas; un gigante de pasado glorioso que se ahogaba en un mar de miseria, que guillotinaba a un entrenador tras otro, que vendía mucho y fichaba poco mientras la afición pagaba su ira con pitos e insultos a la gestión de Peter Lim , el máximo accionista de la entidad. Baraja aceptó la oferta, llegó a un Valencia en ruinas con la soga del descenso apretando su cuello, salvó la categoría, también su cargo, y un año después, con una plantilla plagada de cachorros, está sorprendiendo a propios y a extraños. Tranquilo, confiado tras cuatro victorias consecutivas en la Liga , el jovencísimo Valencia de Baraja tratará en la noche de este domingo de tomar el Metropolitano (21.00 horas, DAZN). De hecho, el Valencia ya ha pasado por encima del Atlético de Madrid en este mismo curso. Fue en el ocaso del verano, en septiembre, cuando arrolló a los de Simeone en Mestalla en un 3-0 para el recuerdo. Fue aquella una de las primeras exhibiciones de un conjunto llamado, condenado de antemano incluso, a sufrir otra campaña desastrosa. La realidad fue bien distinta: poco a poco, fiable en casa y afilado fuera, mordiendo en la presión y entregando su ataque a el talento incipiente de chavales como Javi Guerra , Diego López o Fran Pérez , el Valencia recuperó la ilusión. «Me encanta cómo juegan. Es un equipo de jóvenes que van detrás de una idea muy clara de su entrenador. Una idea concreta, trabajan muy bien ese 4-4-2, lo saben hacer muy elástico, muy funcional, en bloque bajo, saliendo de las presiones. No por casualidad están teniendo esta gran temporada. Tendremos que llevar el partido a donde creemos que podemos hacerles daño», se deshizo en elogios ayer el técnico del Atlético en la rueda de prensa previa al encuentro. A las puertas de Europa Tras aquel baño a los rojiblancos, el equipo con la media de edad más baja de la Liga (24,4) comenzó a pagar cara su inexperiencia. Recibió cinco goles en el Santiago Benabéu, tres en el Villamarín y aún recuerda con temor aquella encerrona en Getafe donde cayó por la mínima con dos futbolistas expulsados. No obstante, en los dos últimos meses, el óptimo trabajo de Baraja está recogiendo sus frutos en forma de buenos resultados. Es más, si el Valencia ganara en la capital, se colocaría a un punto de la Real Sociedad, sexta clasificada, que marca los puestos que dan acceso a las competiciones continentales. Noticia Relacionada Barcelona 3 - 5 Villarreal estandar No El Barça hace el ridículo y encaja cinco Salvador Sostres «Xavi es esta pequeñez cobarde, mediocre y que puede servir para tener razón o pretenderlo en las ruedas de prensa pero no da para liderar un proyecto entre los grandes del mundo libre» Mestalla vive un sueño en un año en el que entrar en Europa era en el inicio de la temporada un objetivo ilusorio. Es más, al margen de los chicos anteriormente mencionados, en este feliz contexto valencianista están floreciendo futbolistas con poco bagaje en Primera como Hugo Duro (nueve goles en la Liga), Pepelu, Mosquera, Yarek, Vázquez, Gozalbez... La lista es extensa. El artífice directo, el amplificador de todo ese talento casi adolescente, es Baraja; ese hombre que arriesgó su reputación para entrenar al equipo de su corazón en un momento institucional raquítico.