Jamás tuvo un héroe en los estadios. Pero sí se llevó extraordinariamente con Guillermo Brown. Tomás del Rey acaba de publicar su último libro: 'La arrogancia de los ventiladores' . -Lo de leyón no es ninguna hipérbole, ¿verdad? -En absoluto. Leí muchísimo, robándole tiempo, incluso, al juego. Todo lo que caía en mis manos, desordenadamente y casi de forma enfermiza, lo acababa leyendo. -Ni tampoco es una exageración que si su madre consideraba grave su trastada lo castigara sin leer. -Efectivamente. Era la pena máxima de los castigos. Y yo argumentaba que eso era imposible, porque iba por la calle y leía los carteles. Me pasaba un poco como a Cervantes: que leía hasta los papeles rotos que encontraba por...
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