Новости сегодня

Новости от TheMoneytizer

Cómo hacer para que la economía de la Argentina no dependa del clima

Podría decirse que, si el campo estornuda, la Argentina se resfría. Y lo que pasa es que, producto del clima, el campo está estornudando fuerte y seguido. Con un peso de alrededor del 30% del PBI y del 70% de las exportaciones, lo que le pase de bueno o de malo a los productores, escala a las agroindustrias y termina afectando a toda la economía.

Lo experimentaron los dos gobiernos anteriores. En la campaña 2017/2018, luego de prácticamente cuatro meses de sequía en las regiones agrícolas, llegó agua en demasía a mediados de abril, justo para encharcar la ya pobre cosecha de soja y maíz. La pérdida productiva derivó en una caída del 2,5% del PBI argentino en 2018.

La campaña pasada fue todavía peor en lo productivo: "No existen palabras para describir lo que fue el impacto negativo de la sequía en la campaña de trigo, maíz y soja 2022/2023; la peor en los últimos 60 años", señaló, con un lenguaje inusual para un informe técnico, la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR). "Fue afectada por todos los récords históricos en materia climática: déficit de lluvias por tercer año consecutivo en el verano, olas de calor persistente y heladas agronómicas tempranas y tardías", es decir, cuando los cultivos están menos preparados para resistirlas.

El resultado fue que la producción de los principales granos apenas alcanzó 82 millones de toneladas, casi 40% que la campaña anterior. Y las exportaciones de granos, harinas y aceites siguieron similar camino: cayeron de US$41.900 millones en el ciclo 2021/2022 a US$25.300 millones. Casi US$17.000 millones menos, "con enormes pérdidas no solo para productores, sino para todos los actores de la cadena: contratistas de maquinaria agrícola, acopiadores, cooperativas y otros agentes económicos", destaca Julio Calzada, director de Informaciones y Estudios Económicos de la BCR. De acuerdo con el INDEC, el PBI cayó 1,6% en 2023.

¿Y ahora qué pasa?

Hacia septiembre de 2023, la llegada del fenómeno meteorológico el Niño, que traería lluvias luego de tres años secos consecutivos con la Niña, despertó en el sector esperanzas de revancha, y se previó que la campaña actual podría marcar un nuevo récord, ayudada por el escenario que se vislumbraba ante un cambio de política económica. Pero nada fue homogéneo como se esperaba: así como el gobierno de Javier Milei quitó los controles al comercio exterior y los cupos de exportación, redujo la brecha cambiaria, pero no eliminó las retenciones e incluso pretendió aumentarlas, así también el clima se comportó marmolado: hubo más agua en general, pero a vastas zonas no llegó.

Las aguas de marzo que cerraron el verano, poco y nada tuvieron de la sutil musicalidad del tema de Tom Jobim, eternizado por Elis Regina. Diluvios, tormentas eléctricas, granizo, vientos huracanados, vastas áreas inundadas y hasta una "supercelda" enmarcaron el cambio de estación, y dejaron inundaciones, daños por ráfagas de viento y granizo, especialmente en el extremo noreste de Buenos Aires, sudeste de Santa Fe y centro sur de Entre Ríos, con consecuencias que al cierre de esta edición aún no se conocían bien. Lo bueno es que el temporal también dejó los perfiles de los suelos cargados abundantemente para la próxima siembra de cultivos de invierno (trigo, cebada y otros).

La preocupación pasa ahora porque aparecieron grandes indicios de que el efecto de la Niña podría reaparecer esta campaña. La Guía Estratégica para el Agro de la BCR estimaba en marzo que "hay un 77% de probabilidad a favor de un evento ‘Niña' para octubre de 2024, según consta en la información de los organismos internacionales de referencia". Esto enciende alarmas de que falte agua para el próximo ciclo de granos gruesos (soja, maíz), y la consecuente posibilidad de que se siembre menos. Si bien el informe aclara que hay otros factores que pueden incidir en el régimen de lluvias, el fenómeno establece una condición importante.

¿Hay algo para hacer, aparte de pedir clemencia al cielo o probar con la danza de la lluvia, para que el país no dependa tanto del clima? De la consulta con varios referentes de distintos eslabones de esta llamada "bioeconomía" surge que sí, que en realidad se hacen cosas, y se podrían hacer más en condiciones más apropiadas.

El aporte de las múltiples tecnologías de insumos

Desde las compañías de semillas, fertilizantes y agroquímicos trabajan para ofrecer no solo mejores tecnologías, sino también información más adecuada. Entre los productores, que son mucho más arriesgados y digitalizados de lo que comúnmente se supone, hay consenso en que aplicar tecnología mejora los rendimientos en los años buenos, y amortigua las pérdidas en los malos, más allá de si luego los márgenes les permiten aplicarlas.

La compañía de semillas que descolló en el objetivo de reducir la dependencia climática de la producción agrícola Bioceres, fundada por un pequeño grupo de inversores argentinos ligados al sector en 2001. Con un equipo liderado por la científica argentina Raquel Chan, investigadora de la Universidad Nacional del Litoral y el CONICET, la empresa desarrolló las primeras variantes transgénicas de soja y trigo del mundo más capaces de tolerar la sequía, al incorporarles el gen HB4 proveniente del girasol. Esta tecnología fue aprobada comercialmente para trigo el año pasado y, según la compañía, consigue mejoras de rendimiento de 20 por ciento en promedio en situaciones de sequía. El interés por este tipo de desarrollos le permitió a Bioceres cotizar en la Bolsa de New York.

"Creo que, para achicar el impacto del clima, la apuesta es siempre a tecnología, a germoplasma y biotecnología, a tratamientos adecuados de protección de cultivos y, sobre todo, a digitalización", sostiene Daniel Aguzín, líder comercial de Bayer en Argentina y Uruguay y presidente de la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes (CASAFE). "La digitalización del agro me parece que llegó para quedarse, y a medida que avance se van a poder tomar más y mejores decisiones, con datos. Sacarle el jugo a cada hectárea es también trabajar en sostenibilidad de alimentos y en sostenibilidad financiera", indica.

Para Aguzín, los productores tienen muy en claro esto, "y por eso el grado de penetración que están teniendo en la Argentina todas las herramientas digitales: no es lo mismo plantear un año Niño o un año Niña, no es lo mismo lo que se puede utilizar en cada sector de la hectárea". De hecho, señala que Bayer logró una penetración en el 35% de las hectáreas agrícolas con su plataforma digital Fieldview, que integra los datos sobre siembra, pulverización, cosecha, monitoreo, imágenes satelitales y suelo: "Permite mapear el campo y ambientarlo correctamente, para después plantear la campaña de acuerdo a cómo viene el clima".

Virginia Passaniti, gerenta de Soluciones Digitales de la compañía de productos para la protección de cultivos y semillas Syngenta dice que, "no podemos controlar el clima, que sigue siendo la variable sobre la que menos control tiene el productor agropecuario y la que mayor impacto tiene sobre la producción; pero sí, a través de la tecnología, ajustar el resto de los factores que permitirán tener una mejor rentabilidad en la producción", sostiene. "Las soluciones digitales, como Cropwise, de Syngenta, ayudan a tener un mejor control de aquellas variables sobre las que sí podemos influir, como, por ejemplo, planificar mejor la campaña logrando más eficiencia, o predecir posibles adversidades a través de modelos que usan datos históricos para definir qué aplicación de insumos realizar en función del clima, lo que permite ser proactivos frente a esa volatilidad. También, cómo medir las consecuencias de eventos climáticos o cubrirse frente al riesgo de adversidades climáticas mediante imágenes satelitales, entre otras", detalla.

Martín Scully, gerente de innovación de la firma de fertilizantes Yara, da cuenta que, de las diversas herramientas para manejar las condiciones climáticas adversas o la volatilidad del clima, "el manejo del cultivo y la gestión en términos de material genético y nutrición tienen un impacto muy elevado para asegurar pisos de rendimiento". En ese sentido, señala, la tecnología aplicada a la semilla hoy proporciona, por ejemplo, híbridos más tolerantes a sequía, a enfermedades, maíces con mayor fortaleza de caña para evitar que la planta se vuelque, entre otros desarrollos. En tanto, "la nutrición tiene un rol fundamental para proteger a los cultivos de eventos extremos: un cultivo bien nutrido tiene más capacidad para mejorar su estructura y su capacidad reproductiva en períodos críticos, como lo hace el nitrógeno en maíz y en cereales de invierno; o la aplicación de calcio, boro y cinc cerca de la floración en soja, que promueve menos abortos de flores ante sequía o estrés. Y los bioestimulantes permiten preparar una planta para el estrés o ayudar a su recuperación posterior", incluso en casos de granizo, señala.

Para Juan Moreno, director de marketing de la compañía química Atanor, que está relanzando su marca de 86 años en la Argentina, se trata de lograr, con información, "aplicaciones efectivas"; es decir, no solamente utilizar productos de buena calidad, sino aplicarlos de modo que realmente controlen la plaga o la maleza, cuidando el ambiente: "Si se aplica un producto y las condiciones no son las adecuadas, o hay deriva, por ejemplo, se va a gastar de más sin lograr controlar la plaga. La efectividad de la aplicación redunda en beneficio y mejora el costo por hectárea al productor".

En este sentido, la empresa desarrolló información sobre más de 160 mezclas de hasta cinco principios activos: "Le podemos indicar al productor en qué momento aplicar, qué ingredientes activos utilizar y cuáles no, o cómo lograr que la mezcla sea compatible al combinar varios ingredientes. En años húmedos, por ejemplo, la presión de hongos y algunas enfermedades es mucho mayor, entonces, teniendo en cuenta alguna previsión climática, el productor puede minimizar el impacto que el clima tiene sobre los cultivos".

Aparte de los debidos a la variabilidad climática, Moreno observa cambios que parecen tener más que ver con el cambio climático. "No soy experto en el tema, pero hay algunos indicios de que nos estamos como tropicalizando: la presión de algunas enfermedades y algunos insectos, que antes se veía solo en la zona norte del país o subtropical, ahora empieza a tener más impacto en zonas más templadas, como, la spodóptera (más conocida como gusano cogollero, que ataca principalmente al maíz). Problemáticas que antes eran muy específicas de una región empiezan a trasladarse hacia otras latitudes", explica.

Respecto del cambio climático, Sergio Fernández, presidente de la filial local de la multinacional de maquinaria agrícola John Deere, dice que puede ser un problema muy serio para la agricultura, y recuerda que para 2050 se prevé que el mundo requerirá un 40% más de alimentos, y hoy no hay tierra ni agua para hacerlo. "Entonces se debe buscar una agricultura rentable y sustentable, que optimice los recursos con la eficiencia de la tecnología, y en maquinaria agrícola tenemos mucha tela para cortar".

En esa línea, cuenta que las empresas de maquinaria apuntan a hacer una reversión del cambio climático bajando la huella de carbono y la emisión de gases de efecto invernadero (GEI), sobre todo de los que generan los motores que utilizan en las máquinas autopropulsadas. "En el caso de John Deere, buscamos eficientizar los motores diésel haciéndolos más densos en potencia (power density): motores más chicos para igual potencia o motores de igual tamaño para más potencia, con mayor eficiencia en el uso de combustible y, por lo tanto, menos emisiones". Además, dice, la mayoría de las industrias trabajan fuertemente en combustibles alternativos, tanto líquidos como gaseosos, y en electrificación.

En el corto plazo, si bien aclara que no se considera experto, ve que algunas tecnologías pueden colaborar en los eventos más severos, como, por ejemplo, el "bombardeo" de nubes para minimizar el tamaño del potencial granizo por caer, o para retrasar las lluvias o tormentas.

"En un país donde el agro tiene un peso tan importante en la economía, habría que tener un ojo mucho más fino en las políticas de Estado", sostiene. "Ahí es donde entran las inversiones, que podrían abarcar infraestructura para riego, así no estaríamos tan mal como en las últimas sequías de 2018 y 2023. Teniendo un río con agua potable como el Paraná, que haya sequía a 10 kilómetros de la costa es realmente inadmisible. Y también podrían hacerse obras de canalización y otras".

Diversificación en la fábrica a cielo abierto

"El agro es una fábrica a cielo abierto, siempre lo afectan directamente los eventos climáticos", dice Federico Ucke, gerente de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad de Molinos Agro, una de las principales procesadoras y exportadoras de granos y sus productos derivados del país. Más allá del aporte importante de la tecnología, como la genética con tolerancia a sequía, sostiene que, "ante eventos extremos, es muy difícil escapar".

Cada año se cultivan alrededor de 37 millones de hectáreas en la Argentina. Equivale a casi toda la superficie de Japón y más que la superficie total de Alemania. Por eso, en líneas generales, Ucke sostiene que "la diversificación de zonas de siembra y de cultivos, así como el escalonamiento de estos, es de lo poco que se puede hacer para mitigar el resultado final de una cosecha". En cuanto a instalar equipos de riego, cree que por ahora "se justifica en lugares de alto potencial de producción, por su alto costo inicial y el porcentaje de años utilizado".

Enrique Flaiban, CEO del Grupo Los Grobo, la compañía agropecuaria de la familia Grobocopatel que en los últimos años pasó a volcarse más a la provisión de servicios para el agro, coincide que "para paliar el impacto climático, que fue tremendo en los últimos dos años, buscamos dispersión geográfica, tanto en producción de cultivos, como en venta de insumos", explica. Gracias a eso, "la campaña pasada, con una caída de 40% en la producción de granos del país, a nosotros nos bajó solo 20%", ejemplifica. Influyó también que, de las 180.000 hectáreas que siembra la empresa asociadamente, muy pocas son en la zona núcleo (la llamada Pampa Húmeda), porque "son hectáreas caras, muy competitivas, con alquileres muy altos". Y justo allí, en la mejor región del país, donde históricamente casi no impacta el clima, la campaña pasada la sequía arrasó.

La necesidad de mayor rentabilidad e infraestructura

Más allá de las tecnologías que suelen emplear los productores de punta, existen otros desarrollos novedosos, como, por ejemplo, unas bolitas que ayudan a retener la humedad del suelo. Flaiban sostiene que, "entre brecha cambiaria y retenciones, los márgenes no vuelven al campo. Y esto empeora con la actual caída del precio de los commodities. Con un buen margen, se podría incorporar más tecnología, que siempre va mejorando, y alivia el impacto en el rinde".

Gastón Ricardo es productor agropecuario, dueño de las fertilizadoras Indecar, de la compañía Biofertil y de Aceitera Areco. Cuenta que, ante la volatilidad del clima, actuaron por dos vías. "Para la sequía, estamos probando con riego subterráneo en Carmen de Areco. Tenemos mucha expectativa porque no sólo nos permite regar, sino también incorporar los fertilizantes subterráneos, y eso hace que, por más que llueva, no se pierdan".

Por otro lado, se propusieron paliar el exceso de lluvias. "Trabajamos mucho con aporte orgánico para emparejar los lotes: donde se forman piletas estamos rellenando con mucho abono orgánico de pollo o feedlot, que además de darle fósforo e ir nutriendo el campo, nos permite emparejar y, en caso de que haya muchas precipitaciones, ir llevando el agua para donde queremos y que no queden charcos, que es lo que hace que se pudra la planta". Para Ricardo, "se nota el cambio: en la zona han llovido 250 milímetros y no tenemos los campos encharcados".

Pero todas esas costosas inversiones tranqueras adentro poco sirven si no son acompañadas por infraestructura vial: "Haría falta arreglar los caminos rurales, que sí son un problema: si hoy (apenas terminado el temporal de mediados de marzo) quisiéramos cosechar, no se podría entrar, porque están encharcados los accesos".

Los seguros, una manera de transferir el riesgo

"Una de las variables más importantes de política pública es una ley de seguro climático, que genere un esquema donde se aseguren las producciones y eso reduzca los riesgos, sobre todo, de pérdida de capital", sostiene Gustavo Idígoras, presidente de la Cámara de Empresas Procesadoras y Exportadoras de granos CIARA-CEC. "La Argentina no tiene una ley porque es un costo muy alto de prima, sobre todo en cuanto a cambio climático; muchos países sí la tienen, básicamente porque hay un esquema de subsidio agrícola por parte del Estado o algún beneficio fiscal por tomarlo. Con el Consejo Agroindustrial Argentino (que reúne a muchas de cámaras del sector) hicimos un esquema, pero fracasó por el sacrificio fiscal que implicaría", sostiene.

Jorge Bassi, gerente de Marketing y Nuevos Negocios de la procesadora y exportadora Bunge Cono Sur, aclara que, sin ser experto, piensa que "lo ideal sería que la Argentina tuviera seguros fuertes, multirriesgo, lo que le disminuiría la volatilidad de ingresos al productor. Y también al Estado, que no solo se queda sin la actividad económica agroindustrial cuando hay sequía, sino que también tiene que refinanciar o condonar los impuestos", señala. "Incluso, desde otra óptica, los seguros podrían aumentar un poquito la volatilidad positivamente, ya que el productor en los años buenos se animaría a ir más a fondo y podría sacar mejores rendimientos y resultados".

En la última feria Expoagro, las principales aseguradoras del Interior, nucleadas en ADIRA, propusieron "poner nuevamente en agenda la necesidad de seguir impulsando una Ley de Seguro Multirriesgo para el campo. De acuerdo con un trabajo de la BCR, cerca del 99% del total de las sumas aseguradas de los seguros agropecuarios son coberturas "monorriesgos", y apenas el 1% son "multirriesgo". Según el tipo de producción, la agricultura participa con el 99,95% del mercado de seguros agropecuarios, mientras que la actividad forestal posee el 0,03%, y la ganadería, por su parte, el 0,02%.

Fernanda Muñoz, portfolio manager agro de Galicia Seguros, sostiene que, del total de la superficie sembrada, aproximadamente 50 a 60 por ciento está asegurado, son entre 18 y 20 millones de hectáreas, dependiendo mucho de cómo vengan las perspectivas climáticas. Pero casi la totalidad es granizo. "Dado que el clima atraviesa la actividad agropecuaria, hay que pensar soluciones de una manera muy amplia: hay herramientas que son inmediatas, coberturas específicas que le permiten al productor mitigar los riesgos climáticos, y otras herramientas que son de gestión, más de mediano y largo plazo, que ayudan a ser más sustentable. Ahí entra qué producís, cómo producís, de qué manera tenés menos impacto ambiental, cuáles son las tecnologías que te permiten mejorar la gestión. Si tenés que cultivar más resistente a la sequía genéticamente. Estás de alguna manera mitigando un riesgo potencial, que es la sequía. Y ahí es donde probablemente podemos ayudar a gestionar, no solo algunos riesgos operacionales, sino riesgos más estratégicos como grupo, con financiamiento para poder acceder a muchas tecnologías. La idea es empezar a premiar a los productores que trabajan de una forma sustentable y que benefician, de alguna manera, al medioambiente", dice la ejecutiva. En la última Expoagro, la empresa presentó un seguro ganadero que incluye riesgo climático, y tokenización, para que el productor pueda pagar pólizas con sus granos tokenizados.

Riego y canalizaciones

Por más que la Argentina se asocie a la Pampa Húmeda, el 66% del territorio argentino es árido o semiárido, recuerda Alejandro Pannunzio, profesor titular de la cátedra de Riego y Drenaje de la Facultad de Agronomía de la UBA. Y, sin embargo, se riega en porcentaje mucho menos que el promedio mundial: "Mientras en el mundo se riegan 340 millones de hectáreas, aproximadamente el 18% del área cultivable, que genera alrededor del 50% de la producción mundial de alimentos, la Argentina tiene solo 2,4 millones de hectáreas bajo riego, aproximadamente el 5,5% del área cultivable".

El especialista diferencia el cambio climático y la variabilidad climática: "Por el cambio climático, la zona central del país tuvo en el último siglo un aumento promedio de precipitaciones del 23%", advierte. "Después viene el problema de la variabilidad climática, que genera eventos más extremos".

Frente a esto último, sostiene, la respuesta es tener sistemas de riego y obras de drenaje: riego para suplir lo no provisto por las precipitaciones, y drenaje para sacar el exceso de agua en los campos, con la posibilidad de almacenarlo en algunos sitios, y dejar agua disponible para regar.

Pannunzio destaca que un 38% del agua que emplea el mundo es subterránea (de pozos), y el resto superficial. "El Río de la Plata tiene un caudal de 20 millones de litros por segundo, equivale a 250 litros de agua por habitante del planeta, por día. Es una disponibilidad hídrica fenomenal que se va al mar sin pena ni gloria. Del mismo modo, ocurre en la Patagonia con el Río Negro, cuyos afluentes, los ríos Neuquén y Limay, tienen un caudal de un millón de litros por segundo, que, si bien irrigan un valle importante, podría alcanzar muchísima más superficie", lamenta.

Para el especialista, el potencial de riego de la Argentina es enorme, podría alcanzar 5 o 6 millones de hectáreas más, muchas de ellas en las zonas húmedas y subhúmedas. Incluso, sostiene, se podrían emplear aguas residuales tratadas, que hoy conforman solo el 1% del riego: "Si consideramos que cada argentino consume 200 litros de agua por día, el agua residual permitiría regar medio millón de hectáreas de maíz". Claro que esto requeriría obras de infraestructura como cloacas, plantas de tratamiento de efluentes, etc.

Para el experto, si los equipos de riego presurizado no se utilizan con mayor magnitud en el país es porque cuestan alrededor de US$4000 por hectárea. Pero hace una cuenta: "Las pérdidas totales en la última campaña rondaron los US$20.000 millones, y esto equivale a equipos de riego para casi 5 millones de hectáreas".

Para poder instalar y desarrollar estos equipos, dice, haría falta una serie de condiciones, como que no tengan derechos de importación ni impuesto país, y sí una devolución anticipada de IVA, o la disponibilidad directa para el pago de impuestos nacionales, así como una amortización acelerada. Otra limitante son las retenciones que gravan los cultivos a ser regados (soja, maíz, trigo, alfalfa, maní) y la brecha entre el dólar de exportación y el de importación. Todo eso "hace que sea mucho más caro regar en la Argentina que en otros países".

Si bien en Expoagro "todos los bancos tenían líneas interesantes, algunos con tasas muy bajas para comprar riego a 60 meses con 12 de gracia, hace falta un contexto económico favorable para que esto se generalice como el país necesitaría", sostiene Pannunzio.

Finalmente, para las zonas en las que se pretende regar con riego superficial, deben hacerse obras de infraestructura, como canales, aprovechando el agua dulce de los ríos. "Esos canales son al riego lo que las autopistas al transporte de vehículos o las vías férreas para el ferrocarril, imprescindibles".

¿Plata no hay?

A la espera de que la macro ayude, aparece alguna perspectiva del exterior. Porque los interesados en que a las cosechas argentinas les vaya bien no son solo los productores, las agroindustrias y la economía del país en general, sino también los destinatarios de los alimentos. "Arabia Saudita tiene un interés estratégico en que aumente la oferta de alimentos. De hecho, el fondo saudita SALIC tiene cientos de millones de dólares para invertir en seguridad alimentaria, y la Argentina y Brasil son excedentarios en alimentos que ellos requieren", explica Lisandro Bril, socio del fondo Oikos, que está organizando junto a Luis Rappoport, cofundador de la empresa BioWaters, el primer foro regional de negocios de riego, que se realizará en septiembre. "El riego es un mitigador de las crisis por cambio climático. El factor crítico para invertir en riego es el financiamiento. El cash flow del productor no da para invertir US$5.000 por hectárea en riego. Se necesita financiamiento a largo plazo, a 10 años, y cómo armar ese financiamiento es el propósito de este primer foro regional, que tendrá grandes novedades".

Читайте на 123ru.net


Новости 24/7 DirectAdvert - доход для вашего сайта



Частные объявления в Вашем городе, в Вашем регионе и в России



Smi24.net — ежеминутные новости с ежедневным архивом. Только у нас — все главные новости дня без политической цензуры. "123 Новости" — абсолютно все точки зрения, трезвая аналитика, цивилизованные споры и обсуждения без взаимных обвинений и оскорблений. Помните, что не у всех точка зрения совпадает с Вашей. Уважайте мнение других, даже если Вы отстаиваете свой взгляд и свою позицию. Smi24.net — облегчённая версия старейшего обозревателя новостей 123ru.net. Мы не навязываем Вам своё видение, мы даём Вам срез событий дня без цензуры и без купюр. Новости, какие они есть —онлайн с поминутным архивом по всем городам и регионам России, Украины, Белоруссии и Абхазии. Smi24.net — живые новости в живом эфире! Быстрый поиск от Smi24.net — это не только возможность первым узнать, но и преимущество сообщить срочные новости мгновенно на любом языке мира и быть услышанным тут же. В любую минуту Вы можете добавить свою новость - здесь.




Новости от наших партнёров в Вашем городе

Ria.city

Специалисты администрации Можайска вакцинировались от гриппа

Вторая лига, дивизион Б, группа 1, тур 26

Химический яд: Роскачество назвало 5 марок поваренной соли, которые не нужно покупать

Mash: замок Пугачевой в Подмосковье могут купить за 125 млн рублей

Музыкальные новости

Главным врагом хорошей улыбки россияне назвали цены у стоматологов

Новая пассия Аршавина засветила помолвочное кольцо

«Химки» и «Локомотив» объявили стартовые составы на матч Кубка России

Агент Сафонов: Дзюба в «Акроне» может так стрельнуть, что все офигеют!

Новости России

Москва вдвое увеличит число высокотехнологичных предприятий к 2030 году

Движение временно прекращено по участку дороги М-9 в Тверской области

Экс-замглавы МЧС Кубани не признал вину в организации покушения на убийство

Тысячи человек встретили в Ингушетии борт с телами убитых в офисе Wildberries в Москве

Экология в России и мире

N°21, коллекция весна-лето 2025

Чистота — залог здоровья

АО “Желдорреммаш” реализует проекты по развитию кадрового резерва компании

Реклама на радио точно достигает своей аудитории

Спорт в России и мире

Касаткина вышла в 1/4 финала турнира WTA в Сеуле

Марии Шараповой завидуют все русские женщины. И вот почему

Хромачева и Данилина вышли в финал турнира в Хуахине

«Немного не повезло». Рууд — о матче на Кубке Лэйвера с Серундоло

Moscow.media

Электробус «Генерал» будет курсировать в Красноярске

Десятки котельных Челябинской области не готовы к зиме

Загоралось утро....

Массовая авария затруднила движения на бесплатном участке трассы М-4 Дон в Липецкой области







Топ новостей на этот час

Rss.plus





СМИ24.net — правдивые новости, непрерывно 24/7 на русском языке с ежеминутным обновлением *