Los límites a la libertad de expresión aumentan en España hasta terminar en una celda de prisión
Paul Chambers se levantó de la cama un 6 de enero de 2010 con todas las ganas de coger un avión. Tenía un billete con destino a Belfast para ver a la chica con la que estaba saliendo y a la que había conocido en Twitter. Llegó al aeropuerto Robin Hood, en South Yorkshire, lo encontró cerrado por la nieve y estalló. En Twitter, claro: "¡Mierda! El aeropuerto Robin Hood está cerrado. ¡¡Tenéis una semana y algo más para arreglar esta mierda o voy a volar este aeropuerto por los aires!!".
Читать дальше...