La emergencia del Aquarius evidencia la dejadez de los gobiernos europeos ante la crisis de los refugiados
Lo que para muchos era una "vergüenza" o un incumplimiento de la legalidad internacional, para el ultraderechista Salvini es una "victoria". El ministro de Interior de Italia lanzó un pulso a la Unión Europea con 629 personas como rehenes, anclados en el medio del Mediterráneo a la espera de un lugar seguro donde atracar. El nuevo Gobierno español recibió la oferta del Ayuntamiento de Valencia y otros municipios y actuó en defensa de quienes esperaban en el Aquarius: "Es nuestra obligación ofrecerles un puerto seguro", anunció Pedro Sánchez.