Ayuso, sobre las críticas por la mascletà: "Debe ser que los patos en Valencia lo resisten todo y en Madrid, patas arriba a la primera"
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha respondido a las críticas por el impacto que ha tenido la mascletà madrileña de José Luis Martínez-Almeida sobre la fauna de Madrid Río. ¿Cómo? Con más críticas. ¿A grupos ecologistas y de izquierdas? No. A los patos. En concreto, a los cientos de especies de aves que habitan la zona y que tuvieron que aguantar las explosiones de los petardos.
Las justificaciones al espectáculo apuntaban a la tradición valenciana, pero Ayuso ha preferido poner el foco en otro aspecto: que los patos madrileños deben ser más débiles que los valencianos. "Debe ser que los patos en Valencia lo resisten todo y en Madrid, patas arriba a la primera", ha bromeado sobre algunas imágenes difundidas por ecologistas y grupos de izquierdas en las que aparecen estas aves muertas en los alrededores del evento pirotécnico.
Ayuso ha continuado con su broma y ha añadido que igual habría que "hacer un análisis de la fauna en Madrid porque es de peor condición". Y, todavía ha ido más lejos para meter en la misma frase los toros y... a EH Bildu. Según ha explicado la dirigente madrileña en declaraciones recogidas por Europa Press este lunes, sucede igual con "los toros". No se verá a "Bildu" diciendo que están en contra de "los sanfermines" por "cuestiones animalistas", ha añadido.
La portavoz de Más Madrid en la Asamblea de Madrid, Manuela Bergerot, había denunciado que la mascletà había "matado animales” en alusión a la imagen captada por un concejal de esta formación de un pato fallecido en la zona. “Este es el resultado de la mascletà de Almeida: un pinchazo estrepitoso que ha costado 48.000 euros y que ha matado animales en un espacio renaturalizado”, escribió la parlamentaria. También PACMA denunció este evento.
Pero no solo Ayuso ha respondido en este tono a las críticas por el bienestar animal. También el alcalde de Madrid ha querido justificar de nuevo la decisión de ejecutar el espectáculo en pleno Madrid Río. En su caso, las críticas no han ido para los patos de la zona, sino para la izquierda, a la que ha tachado de “triste y amargada”.