El Parlamento Europeo da luz verde a la ley contra la violencia machista en la UE que deja fuera el delito de violación
El Parlamento Europeo avala la primera ley europea contra la violencia machista. La directiva deja un sabor agridulce a la Eurocámara, que la ha validado por una amplia mayoría (522 votos a favor, 27 en contra y 72 abstenciones, entre ellas las de Vox). Por un lado, supone un paso adelante para combatir la violencia de género a nivel continental. Por otro lado, los eurodiputados fracasaron en su intento de llevar a la legislación comunitaria el ‘sólo sí es sí’ ante la negativa de varios gobiernos a incluir una definición común del delito de violación.
La directiva contra la violencia de género servirá para tener unos mínimos para combatirla en los 27, que tendrán que acompasar sus legislaciones nacionales a las obligaciones que establece esa ley con tipificaciones y mínimos de penas comunes. Aunque España tiene un paraguas aún más ambicioso de lo que figura en el texto, muchos de los estados miembros tienen los estándares muy por debajo. Una vez que el texto se publique en el Diario Oficial de la UE, los estados miembros tendrán tres años para adecuar sus ordenamientos jurídicos nacionales.
La legislación establece a escala de la UE la tipificación como delito de determinadas formas de violencia de género y un mejor acceso a la justicia, la protección y la prevención. Entre las normas que se tendrán que incluir en las legislaciones penales de aquellos países que aún no las tengan están las relativas a la prohibición de la mutilación genital femenina y el matrimonio forzado, así como medidas específicas contra los delitos online, como la difusión de material íntimo o el ciberacoso. Introduce, además, agravantes como el ejercicio reiterado de violencia contra la mujer, la comisión de un acto de violencia contra una persona vulnerable o un niño y el uso de niveles extremos de violencia.
Críticas por dejar fuera la violación
El gran escollo en la negociación con el Consejo de la UE y la Comisión Europea fue la tipificación común del delito de violación. Varios países, entre ellos Francia, se resistieron al sostener que es una competencia nacional. El malestar de la Eurocámara, que sí incluyó el 'sólo sí es sí' en su posición negociadora y la defendió hasta el final, se ha manifestado hasta el final con la votación de una enmienda que recogía esa postura, pero que ha sido rechazada por una amplísima mayoría para evitar que el texto descarrilara. Aún así, las críticas han sido notables desde el Hemiciclo.
“Es inaceptable que algunos gobiernos de la UE sigan negándose a ratificar el Convenio de Estambul, o que incluso trabajen activamente contra los derechos de las mujeres y la igualdad de género. Por eso es tan importante que la UE cuente por fin con un instrumento jurídico propio para apoyar y proteger a las mujeres en la UE”, señala la eurodiputada socialista Evin Incir, que ha sido la ponente del texto. “Llamentamos que la alianza formada por dos liberales -el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el ministro de Justicia alemán, Marco Buschmann- con el primer ministro antiliberal de Hungría, Viktor Orbán, haya impedido avanzar en la legislación sobre violación consentida”, afirma.
“No es la mejor directiva, nos habría gustado incluir el consentimiento, pero al día siguiente de las elecciones europeas nos vamos a poner a trabajar en ello”, afirmó la jefa del grupo, Iratxe García, en una rueda de prensa el martes.
También la portavoz del PP, Rosa Estarás, lamentó que la parte de la violación quedara fuera del acuerdo por la negativa de varios gobiernos europeos que aducían que se trata de una competencia nacional. La posición que defendía la Eurocámara en esa negociación era muy similar a la de la ley del ‘sólo sí es sí’ española que los de Alberto Núñez Feijóo intentaron tumbar. “Estamos dando un paso histórico hacia adelante para convertir a Europa en el primer continente en eliminar la violencia contra las mujeres”, afirmó Estarás durante el debate.
“Esta ley cambiará la vida de millones de personas, frenará el negacionismo de género e impedirá las regresiones con las que algunos sueñan. Se queda fuera la violación en la parte penal, no así en la parte preventiva y de apoyo a las víctimas, por la falta de responsabilidad de Francia y Alemania, aunque es solo cuestión de tiempo. Dejamos una Europa más feminista y esa semilla acabará dando sus frutos”, señala la eurodiputada de La Izquierda María Eugenia Rodríguez (Sumar).