Guillermo Godínez: Monterrey ejemplo nacional inmobiliario
Hace unos días se llevó el cambio de mesa directiva de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios, capítulo Monterrey, mejor conocida por todos nosotros como la AMPI.
El nuevo presidente es Cayetano Santos Gutiérrez una persona con una amplia experiencia en el ramo inmobiliario desde hace muchos años. La verdad es que el equipo de expertos y profesionales que ha conformado es magnífica y se espera que se realicen importantes acciones como conseguir que ya salga la eterna “licencia inmobiliaria” para que solamente gente bien preparada y con todos los conocimientos puedan hacer operaciones de compra y venta de bienes inmuebles.
Yo no sabia, pero el nueve por ciento de lo que se desarrolla inmobiliariamente en el país se construye en Monterrey. Esto es una cifra muy importante y de hecho denota que la Sultana del Norte es la principal ciudad con desarrollos nuevos actualmente.
Pedro Fernández Martínez, vicepresidente ejecutivo nacional de la AMPI señaló que los regios somos punta de lanza en materia inmobiliaria actualmente en todo México y que es la ciudad en donde más se están construyendo proyectos inmobiliarios de cualquier índole.
Ya sean habitacionales horizontales y verticales, centros comerciales y parques industriales. Comenta que lo que aquí se hace se copia en otras ciudades mexicanas.
Qué bueno que así sea y que estemos desarrollando día a día nuevos proyectos en nuestra área metropolitana.
El problema si se construye sin algún orden o cumpliendo las necesidades reales de los regiomontanos es que luego habrá una sobre oferta de propiedades y los precios se congelarán por un buen tiempo.
También es importante considerar el hecho de que se han fundado nuevas empresas constructoras y desarrolladoras ante este impresionante “boom” inmobiliario en la ciudad y que hay algunas que ante la falta de experiencia y las ganas de comerse mucho del pastel ya andan tambaleándose.
¿Cuáles son? Pues ustedes bien pueden darse cuenta al andar por la ciudad y ver edificios que llevan semanas o meses con unos cuantos albañiles haciéndose “lolos”, nada mas para taparle el ojo al macho y que se vea un poco de avance y poder captar dinero nuevo, fresco para seguirle de poquito en poquito hasta sacar el proyecto después de varios años, cuando son desarrollos que deben de salir en un promedio de un año aproximadamente.
El problema es que cuando “revienten” la gente que ya haya comprado se verá atorada con su inversión, porque no habrá quién les termine o dé su bien inmueble y en el caso de los inversionistas se verán atrapados y traicionadas con sus inversiones que fueron de grandes capitales.
Y para terminar la imagen que tendrá la industria inmobiliaria regiomontana de ser ahorita el ejemplo del país, pues pasará a todo lo contrario y la gente tendrá temor de comprar y se verían afectadas las empresas serias que llevan años o hasta generaciones construyendo inmuebles.
Ese es el verdadero problema de esta futura situación el descrédito de la industria inmobiliaria local, gracias a nuevas empresas que están aprovechando la oportunidad del “boom” habitacional que estamos viviendo, pero no sabes si se van a quedar todo el tiempo en este rubro o mañana se dediquen a otra cosa.
Nos vemos hasta la próxima!
Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.