Javier Amieva: ¿Sufre castigo el Norte de México en puentes fronterizos por “insurrección”?
![Javier Amieva](/uploads/2018/02/19/654516d1b41519073442.jpeg)
El hecho de que los puentes internacionales entre México y los Estados Unidos (EU) se mantengan cerrados podría parecer un hecho justificable y hasta plausible ante la gran pandemia, pero ese sería el caso si fuera que esa medida de cierre protegiera y que existieran medidas de control sanitario efectivas entre ambos países.
Deje le explico estimado lector, resulta que el gobierno federal de México ejerce control y da instrucciones a los estados y ciudades fronterizas pero no le otorga el apoyo federal a esta región con lo necesario en fondos y apoyos suficiente para que los gobiernos locales afronten medidas de seguridad.
Lo anterior, unido al cierre debilita aún más la golpeada economía de las regiones fronterizas del Norte de México, lastimando a las familias que viven en México y a millones de empleados en el “lado americano” que trabajan para enviar remesas que suplen la falta de oportunidades y el empleo en México pero que AMLO presume que suben mes con mes.
Cabe anotar, que sin embargo y a “contrario sensu” el gobierno federal, recauda en las aduanas el 66 por ciento de todo el IVA, y por ello debería de proteger la economía de la región.
Sin embargo, ha sucedido todo lo contrario y por ello existe descontento en lo que hace al pacto fiscal-federativo actual que se dice: es inequitativo, injusto y falto de transparencia.
Es el caso que México no ha impuesto medidas equiparables a las que el gobierno de EU le impone, cerrando el tránsito legal terrestre a turistas, estudiantes y ciudadanos –no esenciales-, medidas que si bien fueron justificables, ya no los son del todo, porque sabemos que con estas acciones de control no se debe interrumpir como sucede en el tránsito aéreo, por ejemplo, los vuelos internacionales tienen abiertos los cielos, no así los puentes terrestres ni marítimos.
El caso, no es disertar sobre temas de salud, se trata del hecho de que México pide a EU cerrar el paso a mexicanos. Yo no entiendo esto, ya que además de que es una intromisión ante otros gobiernos también es una sumisión, significa someter nuestras acciones cediendo la última palabra, de la decisión que afecta la economía de millones de mexicanos a las autoridades extranjeras.
Adicionalmente este el hecho incontrovertible de que el ejecutivo de EU es un antimexicano acérrimo y adulador del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Existe la teoría, de que Trump necesita cumplir lo que ha prometido “mantener cerradas las fronteras a asesinos y violadores, construir un muro y asegurar nuestras fronteras”; pero al mismo tiempo no perder los votos de comerciantes, banqueros, comerciantes, inquilinos de los centros comerciales, médicos y hospitales que son los grupos afectados por el cierre de los puentes internacionales y como resultado quedar mal con ellos y perder sus votos.
Había que presionar a México a que lo pidiera motu-propio, valga la metonimia, de la orden impartida, a que se someta a las necesidades electorales de Trump, para que al final así lo hiciera el canciller Marcelo Ebrard.
Finalmente, Trump tiene a sus corruptos senadores republicanos y si se les ve presionados, serán estos los que acuerden la apertura “contra la voluntad de Trump”.
No existe otra explicación para justificar el “pedimento de Ebrard” al gobierno estadounidense; de paso así, doble gol o disparo en el pie, se castiga a los estados disconformes del Norte de México que no se someten a los caprichos anti-democráticos de AMLO.
Muchas son las fechas significativas y situaciones que por próximas e inminentes no justificarían mantener cerrados los puentes internacionales. La primera es que el 3 de Noviembre es el día de elecciones y Trump tiene que tener la llave para abrir y cerrar puentes a su antojo, segunda, es en Noviembre cuando miles de familias de mexicanos regresan – con permiso de Ebrard o no -, a México y el intercambio de contacto entre grupos visitantes y sus familia se dará, así que retrasar dos o tres semanas la apertura es solo político.
Además es noviembre cuando la temporada de compras navideñas es el motor de la economía regional transfronteriza principalmente; ahora será Amazon quien se llevará el pastel y se perjudicarán a millones de familias, o jala y también se beneficie el comercio de los fronterizos de México
¿Acaso Señor Ebrard tiene usted una razón, que no sea la política, para haber solicitado a EU que controle lo que son sus decisiones, que debían de ser en favor de los mexicanos? ¿Tiene como país México el control de la apertura de su frontera para no dejarlo en manos países ajenos como EU? .
Solo son preguntas.
Esta es una columna de opinión. Las expresiones aquí vertidas son responsabilidad únicamente de quien la firma y no necesariamente reflejan la postura editorial de El Financiero.