Zidane Zeraoui: La ONU a sus 75 años: ¿Un organismo fracasado?
La Organización de las Naciones Unidas, cumple este 24 de octubre 75 años de existencia. En su origen 51 países fueron los firmantes de la Carta, hoy ya suman 193.
Su texto fundacional integra 19 capítulos en el que se exponen los propósitos, principios y puntos clave para su funcionamiento.
Resulta interesante destacar que, en sus tres cuartos de siglo de vida, la ONU no ha modificado ni su funcionamiento ni sus objetivos, menos aún la constitución del Consejo de Seguridad, órgano por excelencia donde se dirimen los temas medulares de la seguridad internacional, lo que para muchos analistas es su principal fracaso.
Mucho se ha escrito de su “inactividad” durante la Guerra Fría producto del constante uso de la capacidad de veto por parte de las grandes potencias, particularmente la URSS y EEUU al seno del Consejo de Seguridad, no obstante, esta condición permitió evitar conflictos mayores. Recordemos la invasión de Corea del Sur por parte de Corea del Norte.
La ausencia del representante soviético, Yakov Malik, en las sesiones del Consejo de Seguridad, cuando se debatía la participación de la ONU en el conflicto, permitió la adopción de la resolución a través de las cual el organismo decidió iniciar operaciones militares para detener el avance de las tropas norcoreanas. Así, fue la ausencia del uso de veto por parte de la Unión Soviética que permitió el inicio de uno de los conflictos más sangrientos de la post Segunda Guerra Mundial.
A pesar de las opiniones encontradas, podemos afirmar que el uso del veto por parte de las dos superpotencias, si bien llevó a la inmovilidad del organismo en temas esenciales de operaciones militares y de seguridad internacional, también evitó que muchos conflictos escalaran a las dimensiones de la Guerra de Corea.
Es cierto que el derecho de veto se ha utilizado para proteger a los aliados de las superpotencias, sobre todo durante la Guerra Fría.
Sin embargo, esta misma protección fue un freno a los excesos de las grandes potencias y permitió evitar conflictos mayores que hubieran podido arrastrar a los dos hegemones a un enfrentamiento frontal con todos los riesgos que podía representar una guerra abierta entre las dos mayores potencias nucleares, la URSS y los Estados Unidos.
Hoy una pregunta que constantemente se hace es, si dadas las nuevas condiciones mundiales, la ONU debe permanecer como ha ocurrido en estos 75 años, o ya es tiempo de reformarla o incluso hay quienes hablan de su extinción.
¿Debe la ONU recrearse?
Esta es la principal pregunta que se plantean los analistas para darle a la ONU un nuevo brío. Definitivamente existen algunos artículos de su Carta que son totalmente anacrónicos como seguir considerando a Japón y Alemania como países enemigos (Art.53).
Sin embargo, la eliminación del Consejo de Seguridad que se apetece, no parece viable en la medida que los que deben decidir esta desaparición son los propios miembros permanentes y nunca van a aceptar reducir su poder de decisión.
Podría tal vez ampliarse los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, pero sin derecho de veto, lo que no modificaría grandemente su funcionamiento.
En conclusión, podemos decir que a pesar de su inactividad o más bien por su inactividad, las Naciones Unidas lograron mantener una paz precaria en el mundo, pero al fin y al cabo una paz sin enfrentamientos mayores. ¿Es un fracaso? Lo dudo.
El autor es Doctor en Ciencia Política, especialista en política internacionales y asuntos regionales. Profesor investigador de la Escuela de Gobierno y Ciencias Sociales del Tecnológico de Monterrey.
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