Sara Lozano: Ese afán de tener la razón entre tanto ruido
En las muchas novedades políticas del estado y del país se escucha, se atiende, se cubre la nota de aquello que representa conflicto. El diálogo empieza con una propuesta que será aplaudida, luego criticada, luego cuestionada, luego desacreditada. Se haga o no, sea buena o mala, las declaraciones – y decisiones – de las figuras políticas se enrolan en un discurso de ganar sobre lo que sea, de tener la razón.
Va un ejemplo este inicio de semana. La compra-venta de Banamex se vio envuelta en los cuestionamientos sobre la ocupación temporal de la vías férreas del Grupo México. A esto se le llamó expropiación, le sigue una nota de Dario Celis sobre el retiro de oferta de compra de Banamex, noticia que se desmintió en una nota de Forbes. Después sale la nota de expropiación de terrenos para el tren suburbano que conectará al AIFA. Finalmente, el presidente declara que si se cae la venta de Banamex, el gobierno de México lo compra.
Con tiempo y ojo crítico se está hablando a medias de tres notas: 1) la compra-venta de Banamex, 2) la ocupación temporal de la vías del Grupo México y 3) la expropiación de terrenos para el tren suburbano. El #1 no tiene que ver con el #2 ni con el #3, igualmente le pasa al #2 y al #3 con el resto. Sin embargo, se creó una historia en redes sobre expropiación y falta de certeza para los inversionistas del país que convenció a muchos.
Para agravar la situación, el presidente lanza una declaración que enturbia más la confusión tuitera echándole fuego a la desinformación.
Es una forma de teléfono descompuesto en donde el mensaje recibido son muchos y se elige el que mejor cuadra a una postura, no al sentido común ni al conocimiento. Sobre este mensaje elegido se construye otra opinión que a su vez nutre a otra postura y va creando una ficción. Pareciera que el objetivo ya no es saber la verdad, sino tener la razón; ya no se trata de tener un mejor país, sino de tener la razón.
La polarización exacerbada es la que ha generado este diálogo de sordos en donde quienes aman al presidente denostan cualquier planteamiento de la oposición. Y de igual manera a la inversa, si lo dice el presidente o sus afines, se desacredita, cuestiona. Ruido por un lado y por otro, y para colmo, se azuza con desinformación.
Y al final, peleando por tener la razón, seguidores o likes las soluciones se evanecen y México se sostiene por alfileres, gracias a algunos alfileteros que no han perdido la visión de estado,
Hay un cambio estructural en México y la sociedad civil organizada está siendo protagonista, ojalá guíe esta evolución hacia las soluciones y no las razones porque México no se merece este duelo entre egos, su población menos.