‘Retrofit’ abre oportunidades
En la reconversión de activos antiguos destacan proyectos como Acora, Agatha, Insurgentes 262, Torre Impera y el antiguo edificio de Banamex en Reforma.
Las causas son claras. La creciente disponibilidad de oficinas y las nuevas necesidades de espacio de los inquilinos corporativos modificaron los indicadores y alentaron la reconversión de lugares en México.
Es el retrofit que transforma edificios antiguos o de segunda generación bien ubicados de oficinas a vivienda, consultorios y hospitales.
El fenómeno se genera en corredores como Insurgentes y Reforma de la Ciudad de México (CDMX), pero también en lugares de Monterrey y Guadalajara.
En la reconversión de activos antiguos destacan proyectos como Acora, Agatha, Insurgentes 262, Torre Impera y el antiguo edificio de Banamex en Reforma, éste último hoy sirve como vivienda de reducida superficie, pero con amenidades compartidas bajo el formato de coliving.
Esta transformación también es vista como un área de oportunidad para integrar modelos de usos mixtos, que dinamizan la vida urbana.
Y no sólo eso, la tendencia es resultado del cambio en el uso y huella del espacio corporativo en las empresas, que lejos de acotarse, han mantenido el área utilizada en prepandemia.
Por ello, esta alternativa permitiría en el segmento de oficinas aportar en la recuperación de la demanda de espacio, para inventarios como el de la CDMX que llegó a 8 millones de metros cuadrados que registra una desocupación de 23 por ciento, así como mejorar las alternativas de espacio a empresas que hoy ocupan inmuebles no destinados al uso corporativo.
Un cambio paralelo que alimenta esta tendencia en el segmento corporativo es el crecimiento de los espacios flexibles, que en los últimos años soportó metros cuadrados de oficinas vacíos y el crecimiento de centros de coworking ante la reducción de huella de espacio ocupado en las empresas.
Adicionalmente, en los últimos 2 años, las inversiones ejercidas en la adecuación de espacios y la flexibilización de los usos, hizo factible un movimiento migratorio de los inquilinos a través del fly to quality a inmuebles que tuvieran mejores condiciones en la operación.
Ese momento de la transformación generó por otra parte, que propietarios de inmuebles corporativos favorecieron la reconfiguración en espacios tipo flex space, ante las reducciones de huella de espacio ocupado en las empresas que mantenían una alta tasa de colaboración tipo home office.
En conjunto, la transformación de espacios en vivienda en renta con formatos de coliving, o bien el coworking, permitió colocar en el país en 2022 más de 494 mil metros cuadrados.
Sólo el segmento de espacios colaborativos representa hoy entre 5 y 7 por ciento del inventario disponible de mercados como la CDMX, con ocupaciones de hasta 90 por ciento actualmente.