Don Domingo Dulce Garay está en la Isla por segunda ocasión. En su primer mandato (1862-1866) agradó a los reformistas cubanos que le tributarían una despedida apoteósica, pero no al elemento español más recalcitrante. Ahora, en su vuelta a la capitanía general de la Isla (enero-junio, 1869), desagrada a cubanos y españoles, los voluntarios terminan poniéndolo en tres y dos y lo obligan a la postre a renunciar. Los hechos vandálicos que originan, sobre todo en las jornadas del 22 y el 24 de enero de 1869... Читать дальше...