EEUU revisa las sanciones a Venezuela tras la inhabilitación de María Corina Machado
La candidata presidencial que arrasó en las primarias no podría medirse en las urnas con Nicolás Maduro tras confirmar el Supremo su inhabilitación
Nicolás Maduro había dicho que el Acuerdo de Barbados –donde Gobierno y oposición de Venezuela pactaron condiciones mínimas para una elección democrática en octubre pasado– estaba «herido de muerte». Con la decisión emitida por su Tribunal Supremo, en la oposición ya hay quien considera que terminó de morir. Principalmente María Corina Machado, la candidata presidencial que arrasó en las primarias, quien dijo: «El régimen decidió acabar con el Acuerdo de Barbados», que incluye observación internacional y libertad de escoger candidaturas.
Este viernes, el Supremo de Venezuela ratificó la inhabilitación política a María Corina Machado. Los magistrados firmaron una sentencia que afirma estar «en el marco del Acuerdo de Barbados», como parte de una seguidilla de decisiones sobre otros políticos opositores.
Además, ratificaron el contenido de la resolución de la Contraloría donde se le acusa de fallos en su declaración patrimonial cuando era diputada y luego de haber participado en un supuesto esquema de corrupción «orquestado» por Juan Guaidó «que propició el bloqueo criminal a la República Bolivariana de Venezuela, así como también, el despojo descarado de las empresas y riquezas del pueblo venezolano en el extranjero». Allí la señalan de daños patrimoniales a la nación, de robar fondos de ayuda humanitaria, causar migración masiva, impedir la llegada de medicamentos para el VIH y vacunas para la Covid-19, entre otras cosas.
María Corina Machado no participó del Gobierno interino encabezado por Guaidó, que llegó a ser reconocido por más de 50 países de la comunidad internacional; y denuncias de escasez de medicamentos se acumulan desde hace una década, incluso antes de las sanciones.
La inhabilitación de Machado por estos últimos argumentos fue impuesta por Elvis Amoroso cuando era Contralor General. Ahora, el funcionario preside el Consejo Nacional Electoral que organizará los comicios presidenciales de 2024.
Por otra parte, el Supremo de Venezuela también dio como definitiva la inhabilitación hasta 2032 del otro político más emblemático de la oposición venezolana, Henrique Capriles. En cambio, devolvió sus derechos políticos al menos a otros cinco opositores de menor alcance electoral.
«Maduro y su sistema criminal escogieron el peor camino para ellos: unas elecciones fraudulentas», también dijo Machado mientras todas las miradas voltean a Washington, donde la Administración de Joe Biden ha venido relajando sanciones internacionales y negociando directamente con el régimen chavista.
Este sábado, el vocero oficial del Departamento de Estado de Estados Unidos, Matthew Miller, informó que Washington se encuentra en un proceso de revisión de su política sancionatoria hacia Venezuela debido a los acontecimientos recientes que han «socavado» las posibilidades de celebrar elecciones presidenciales libres y competitivas.
«La decisión del Tribunal Supremo es inconsistente con los compromisos de los representantes de Nicolás Maduro de tener una elección competitiva en Venezuela», dijo en un comunicado. También mencionó la persecución política que se ha experimentado en los últimos días con los arrestos de dirigentes regionales de Vente Venezuela, partido liderado por María Corina Machado, y actores de la sociedad civil.
Desde el chavismo, el representante de Maduro ante la mesa de negociación que patrocina el Reino de Noruega, Jorge Rodríguez, ha dicho que «se ha cumplido con el mecanismo establecido en el marco de los Acuerdos de Barbados». A juicio del oficialismo, el régimen ha cumplido «de forma estricta» lo acordado. Dos días antes, Rodríguez había dicho que habrá elecciones «con o sin Acuerdo de Barbados».
El propio Nicolás Maduro publicó en X este sábado que «la plataforma de la oposición se cayó con los kilos al romper el Acuerdo de Barbados. No se han atrevido a apoyar las investigaciones de las cinco conspiraciones, ni han condenado los intentos de magnicidio».