Todo lo que pasó después del Festival de Málaga
Entre las míticas fiestas de Órson Salazar (Bululú) celebrando el cine español, conocemos esta vez lo que se vivió en la ciudad andaluza
Ayer marcó el comienzo de la emocionante vigésima séptima edición del Festival de Málaga en el prestigioso Teatro Cervantes de la ciudad andaluza.
Tras la ceremonia inaugural, se llevó a cabo una vibrante celebración de apertura organizada por el propio festival, Bululú y Soho Boutique Hotels. Por tercer año consecutivo, el impresionante Castillo de Santa Catalina sirvió como escenario, un monumento histórico emblemático de la ciudad.
Construido en 1624 con el propósito de proteger a Málaga de posibles amenazas militares, este castillo ha experimentado cambios a lo largo de los siglos. Desde su transformación en la residencia del Conde de Mieres en el siglo XX hasta su adquisición por parte de la cadena hotelera Soho Boutique Hotels en 2019, ha mantenido su estructura original, convirtiéndose en un hotel de renombre.
La noche de cine fue memorable en el magnífico entorno del Castillo de Santa Catalina. Destacadas personalidades como Maria León, Iván Sánchez, Carlos Bardem y Arturo Valls se reunieron para participar en esta exclusiva celebración.
Los invitados fueron recibidos con una copa del emblemático albariño Mar de Frades, que anticipaba la grandeza de la velada. En los jardines del Castillo de Santa Catalina, los cócteles narraban historias inspiradas en películas icónicas como "Con faldas y a lo loco" o "Casablanca", gracias al toque especial de la fiesta Bululú. Una creación líquida exclusiva para la ocasión, a cargo de los hábiles bartenders del castillo, se convirtió en una sinfonía de sabores y aromas, deleitando los sentidos de todos los presentes.
Los momentos más relajados incluyeron la presencia de Kira Miró compartiendo risas con Raúl Tejón y Gorka Otxoa, mientras Macarena Gómez y Aldo Comas disfrutaban de las vistas al mar desde la muralla del castillo junto a Pepe Barroso, Aída Domenech y Godeliv. La noche fue una combinación de elegancia, creatividad y momentos encantadores que dejaron a todos con sonrisas en el rostro.
La fiesta continuó en los interiores del castillo, donde la armonía maestra de los virtuosos Carlos Bayona y Javi Carrera se convirtió en la banda sonora de la noche. Sus mezclas contagiosas de ritmos añadieron un toque épico de diversión a la velada. Fue una celebración memorable, destacada por la diversidad de los asistentes, quienes juntos crearon una energía mágica e irrepetible que convirtió la noche en un auténtico festín para los sentidos.