La misteriosa tecnología invisible de los F-35 de EE UU: un revestimiento gris para esconderse del radar enemigo

Esta estrategia de camuflaje del caza de combate más caro de la historia hace que resulte muy complicado para el enemigo detectar y apuntar al avión

Un fenómeno sorprendente ha estado dominando los cielos desde finales de 2021: el despliegue de revestimientos tipo espejo de color gris en aviones tácticos furtivos de Estados Unidos como el caza de combate F-35, fabricado por la compañía norteamericana Lockheed Martin.

Este interés renovado por una tecnología que reduce la firma de las aeronaves, especialmente en el espectro infrarrojo, ha sido notable a lo largo de 2022. Aunque se ha observado principalmente en misiones de prueba, esta estrategia de camuflaje se remonta a varias décadas atrás.

Conocido en esferas militares de España como el "innombrable", el F-35 es un caza furtivo de quinta generación que se baraja como una opción para sustituir a los F-18 y a los Harrier españoles, cuya vida operativa se encuentra en su recta final.

Se trata de una de las aeronaves más cotizadas y usadas de todo el mundo. De hecho, el F-35 es el avión de combate más caro de la historia y destaca por su discreción y sigilo, es un prodigio y entre sus rasgos destaca su velocidad supersónica, su gran agilidad y una tecnología de fusión de sensores de vanguardia, lo que le hace pasar desapercibido a los radares enemigos.

Su alto precio y el hecho de que sea fabricado por la industria norteamericana han frenado hasta ahora su adquisición para las Fuerzas Armadas españolas.

Una de los factores más destacados del F-35 es su "capa de invisibilidad", que hace muy complicado para el enemigo detectar y apuntar al avión. El caza y sus sensores internos, armas y combustible contribuyen al sigilo o "baja observabilidad" del F-35.

No obstante, ¿cuáles son las principales características de esta fórmula exclusiva de la invisibilidad?

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• Recubrimiento absorbente de radar: La «pintura» gris del F-35 reduce y absorbe las señales de radar.
• Bordes alineados: Las formas y ángulos geométricos específicos del F-35 interrumpen el retorno del radar, rebotando o atrapando los reflejos del radar.
• Sensores, armas y combustible integrados: los sensores internos permiten al F-35 mantener su sigilo y aerodinámica.
• Las armas internas y el combustible reducen aún más la firma del radar del F-35.
• Firma reducida del motor: El diseño del F-35 minimiza la firma de «calor» infrarrojo del avión.
• Guerra electrónica: el avanzado sistema de guerra electrónica del F-35 permite a los pilotos enfrentarse o bloquear amenazas electromagnéticas.

Está previsto que la OTAN reciba más de 400 F-35 para 2030. El beneficio económico de la multinacional ha aumentado en los últimos tiempos, debido principalmente a las mayores ventas del programa F-35 por un mayor volumen de producción.

A día de hoy, existen tres clases de F-35: el F-35A, diseñado para operar desde bases aéreas convencionales. El F-35B, la variante STOVL, cuyo especial sistema de propulsión le permite operar desde buques LHA/LHD, como el Juan Carlos I, portaviones sin catapulta y pistas cortas. Y el F-35C, que tiene alas y superficies de control de mayores dimensiones.

Hace poco, una información de la publicación especializada internacional Jane’s recoge que 50 aeronaves de este caza estadounidense de quinta generación podrían ser adquiridos por las Fuerzas Armadas españolas.

Tal es así que se habla de 25 unidades para del modelo convencional, que sería para el Ejército del Aire, y otros 25 del modelo F-35B, de aterrizaje y despegue vertical para la Armada.

Recientemente, Estados Unidos movilizó sus F-35 en Ucrania para identificar el despliegue de sistemas de misiles antiaéreos rusos dentro de Ucrania.