Bruselas recomienda abrir negociaciones de adhesión con Bosnia para que se una a la UE
Von der Leyen subraya los “pasos impresionantes” dados por el país balcánico
La invasión de Ucrania por parte de Vladimir Putin está sirviendo como catalizador para que la UE acelere los procedimientos de adhesión con los países de los Balcanes Occidentales que llevan décadas esperando unirse al club europeo. Dentro de esta estrategia, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, ha anunciado este martes desde el hemiciclo del Parlamento Europeo de Estrasburgo (Francia) el dictamen favorable del Ejecutivo comunitario par a que Bosnia y Herzegovina comience las negociaciones de adhesión.
Según la política alemana, Bosnia y Herzegovina ha dado “pasos impresionantes” en los últimos años para formar parte del club comunitario. “El futuro de Bosnia y Herzegovina está en la UE” ya que “se ha alcanzado un progreso mayor en poco más de un año que en una década”. Entres los avances del país balcánico en los últimos años, von der Leyen ha citado su alineamiento con la política exterior y de seguridad europea y las leyes en proceso de tramitación contra el lavado de dinero, los conflictos de intereses o la financiación del terrorismo.
Además, el país también ha mejorado la gestión de los flujos migratorios, ha puesto en marcha una comisión para seguir trabajando por la paz y también va a incluir las sentencias de la Corte Penal Internacional en sus registros criminales nacionales.
La concesión a Ucrania del estatus de país candidato a formar parte de la Unión Europea fue otorgada en tiempo récord de apenas unos meses tras la invasión de Rusia. Esto originó que los países de los Balcanes denunciaran un doble rasero y que en los últimos meses la UE esté intentando enmendar sus decisiones anteriores. La propia von der Leyen ha reconocido que en los últimos tiempos, la UE ha pasado de “decir que la puerta está abierta” a “asumir la responsabilidad y apoyar su camino hacia la UE de cualquier manera posible”. Ahora el informe de la Comisión Europea debe recibir la luz verde de los Veintisiete